Sugerimos que cuando lea una nota de este blog (sea subida de otro sitio o escrita por nosotros) ponga en práctica el consejo de San Pablo dado a los tesalonicenses que presentamos a continuación: 1Tesalonicenses 5:21 Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente , retened lo bueno; 5:22 absteneos de toda forma de mal.
Tras la caída de la Unión Soviética en 1992, muchos sectores del mundo libre descansaron en ese triunfalismo que brindaba la sensación de que la utopía colectivista había perdido para siempre.
Pero pocos años después, abrazando nuevas banderas y reinventando su discurso, el hoy llamado neocomunismo (o progresismo cultural) no sólo pasó a dominar la agenda política, sino en gran medida la mentalidad occidental.
Toda esta ensalada vanguardista se escuda bajo temas de apariencia noble, tales como el “igualitarismo”, la “inclusión”, la “diversidad” y los “derechos de las minorías”: verdaderas caretas de la ideología de género, cuyo contenido constituye la prioridad militante en esta izquierda desarmada que resolvió canalizar su odio por medio de grupos marginales o conflictuados que aquella captura y adoctrina para sí, con el fin de vehiculizarlos de manera funcional a su causa y, de esta forma, dominar la academia, hegemonizar la literatura, monopolizar las artes, manipular los modos del habla, modificar hábitos e influir en los medios de comunicación. La nueva izquierda no busca más secuestrar empresarios sino el sentido común; no persigue tomar una fábrica sino la cátedra, y no se trata de confiscar cuentas bancarias sino la manera de pensar: “todo lo demás vendrá por añadidura”, vaticinan sus cultores.
El Libro Negro de la Nueva Izquierda: Ideología de género o subversión cultural, escrito por dos autores tan audaces como Nicolás Márquez y Agustín Laje, constituye el primer libro publicado en Argentina que ataca y cuestiona todos y cada uno de los “dogmas” de un progresismo revolucionario que arrasa buscando destruir la cultura vigente para sobre sus escombros, reproducir aquel “paraíso” que por error o subestimación muchos dieron por muerto y hoy representa una grave amenaza.
Fuente: https://www.facebook.com/lajeagustin
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Agustín Laje
Tras la caída de la Unión Soviética en 1992, muchos sectores del mundo libre descansaron en ese triunfalismo que brindaba la sensación de que la utopía colectivista había perdido para siempre.
Pero pocos años después, abrazando nuevas banderas y reinventando su discurso, el hoy llamado neocomunismo (o progresismo cultural) no sólo pasó a dominar la agenda política, sino en gran medida la mentalidad occidental.
Los viejos principios socialistas de lucha de clases, materialismo dialéctico, revolución proletaria o violencia guerrillera, ahora fueron reemplazados por una rara ingesta intelectual promotora del “indigenismo ecológico”, el “derecho-humanismo” selectivo, el “garantismo jurídico” y por sobre todas las cosas, por aquello que se denomina como “ideología de género”, suerte de pornomarxismo de tinte pansexual, impulsor del feminismo radical, del homosexualismo ideológico, la pedofilia como “alternativa”, el aborto como “libre disposición del cuerpo” y todo tipo de hábitos autodestructivos como forma de rebelión ante “la tradición hetero-capitalista” de Occidente.
Toda esta ensalada vanguardista se escuda bajo temas de apariencia noble, tales como el “igualitarismo”, la “inclusión”, la “diversidad” y los “derechos de las minorías”: verdaderas caretas de la ideología de género, cuyo contenido constituye la prioridad militante en esta izquierda desarmada que resolvió canalizar su odio por medio de grupos marginales o conflictuados que aquella captura y adoctrina para sí, con el fin de vehiculizarlos de manera funcional a su causa y, de esta forma, dominar la academia, hegemonizar la literatura, monopolizar las artes, manipular los modos del habla, modificar hábitos e influir en los medios de comunicación. La nueva izquierda no busca más secuestrar empresarios sino el sentido común; no persigue tomar una fábrica sino la cátedra, y no se trata de confiscar cuentas bancarias sino la manera de pensar: “todo lo demás vendrá por añadidura”, vaticinan sus cultores.
El Libro Negro de la Nueva Izquierda: Ideología de género o subversión cultural, escrito por dos autores tan audaces como Nicolás Márquez y Agustín Laje, constituye el primer libro publicado en Argentina que ataca y cuestiona todos y cada uno de los “dogmas” de un progresismo revolucionario que arrasa buscando destruir la cultura vigente para sobre sus escombros, reproducir aquel “paraíso” que por error o subestimación muchos dieron por muerto y hoy representa una grave amenaza.
Fuente: https://www.facebook.com/lajeagustin
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¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación? Jesucristo: Dios con nosotros, quien vino a morir por nuestros pecados y nuestra maldad; quien resucitó al tercer día y vuelve en breve según su inquebrantable promesa. Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.