Defensores de las Sagradas Escrituras
El llamado “don de sanidad” es otra marca del movimiento pentecostal
y carismático. El libro de Hechos cita cuatro milagros específicos mas
tres declaraciones generales que hubo sanidades.
Al considerar el relato
de la sanidad del hombre cojo en Hechos 3, anótese lo siguiente:
1. Pedro y Juan no se jactaban de ningún poder especial o capacidad para sanar. Ellos daban toda la gloria a Dios.
Hechos 3:12 “Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones
israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos
en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a
éste?”
2. Los apóstoles sanaron el hombre donde estaba. Nunca tenían cultos especiales de sanidad.
3. El hombre afligido no buscó a ser sanado sino buscaba una limosna.
4. La sanidad fue completa. Nunca hubo una recaída con las sanidades apostólicas.
5. El milagro fue la cosa menor. La predicación del evangelio siempre
era el enfoque principal del trabajo apostólico. Nueve versículos dan
sumario de la sanidad, 16 versículos relatan la predicación por la cual
aproximadamente 5,000 hombres se convirtieron (Hechos 4:4).
6. Los apóstoles no requerían fe; la sanidad requiere poder, no fe.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA SANIDAD DIVINA
La Palabra de Dios enseña la sanidad divina, pero se opone a la
práctica moderna de los llamados sanadores divinos. Dios es omnipotente y
su poder es suficiente para sanar el cuerpo físico. Él puede sanar a
cualquier persona y en cualquier momento en cualquier modo que desee.
Sin embargo, la evidencia de las Escrituras confunde a los charlatanes
del cristianismo quienes emplean generalmente uno o todo de los
siguientes métodos:
Enfermedades Selectivas--Se especializan en
sanar enfermedades sicosomáticas y funcionales, dolores de espalda,
palpitaciones del corazón y dolores de cabeza, y no enfermedades
orgánicas como piernas lisiadas, manos secas, personas ciegas,
parálisis, etc.
Personas Cómplices--Esas personas le siguen al
“sanador” de pueblo a pueblo quienes son “milagrosamente” sanados en
cada pueblo.
Sensacionalismo Sensual--Con el uso de acciones
agradables a la carne (música impulsiva, repeticiones rítmicas, etc.)
hay apariencia de sanidad, pero es puro emocionalismo y sensacionalismo.
El asunto no es, “¿Puede Dios sanar?”, sino, “¿Es el don de sanidad operativo hoy en día?” Considere lo siguiente:
EL MINISTERIO DE SANIDAD DE JESUCRISTO
Mateo 4:23-24 “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las
sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda
enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda
Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por
diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y
paralíticos; y los sanó”.
Los evangelios citan 18 milagros
específicos de sanidad realizados por el Señor Jesucristo. Un estudio
cuidadoso de esos manifiestan las siguientes observaciones:
1.
Cristo sanó a toda la gente a dondequiera que se encontraba. Nunca
realizó un culto especial para sanar a los enfermos. No dejaba largas
filas de gente desilusionada que tenían que regresar a su casa en sus
sillas ortopédicas.
2. Cristo sanó toda clase de enfermedad, sin apartar los casos más difíciles, sin pasar por alto alguna.
3. Cristo sanó totalmente y completamente. No hubo fracasos, recaídas,
convalecencias, etc. En Lucas 4 Jesús entró en la casa de Simón Pedro
donde estaba muy enferma la suegra del apóstol. Jesús se inclinó hacia
ella, “reprendió a la fiebre”, e inmediatamente estuvo bien (vs. 39). En
realidad, se sintió tan bien que se levantó y comenzó a servirles.
4. Las sanidades de Cristo eran sin costo alguno--no ofrendas, no libros, no trampas o artimañas.
5. Cristo generalmente sanó sin un toque, sin efectos teatrales, sino por su palabra.
6. Cristo nunca oró antes de sanar a alguien.
7. Cristo desanimó que hubiera testimonio acerca de sus sanidades (Marcos 7:36).
“Y les mandó que no lo dijesen a nadie...”
8. Cristo sanó instantáneamente. Jamás realizó sanidades “progresivas”.
Si Jesús no hubiera curado instantáneamente, no habría existido el
elemento milagroso para demostrar su poder divino. Sus críticos podrían
fácilmente haber dicho que la curación no era más que un proceso
“natural”.
9. Cristo resucitó a los muertos. Es interesante notar
que quienes alegan poseer el don de sanidad hoy no pasan mucho tiempo
en las funerarias, procesiones fúnebres o en panteones. La razón es
obvia.
LA SANIDAD ES UNO DE LOS DONES DE SEÑAL
La sanidad
es mencionada con las lenguas en Marcos 16:17-18. Como ya se mostró,
los dones de señal fueron dados para confirmar y autentificar el mensaje
y al mensajero.
Porque la sanidad es un don de señal, fue
transitorio y temporal, y por lo tanto, no existe hoy en día. Como el
maná milagroso se acabó al entrar los israelitas en Canaán, el don de
sanidad se acabó cuando se completó la revelación divina y perfecta de
Dios, la Palabra de Dios.
LA EXPIACIÓN DE CRISTO EN LA CRUZ
Mateo 8:16-17 es el cumplimiento de la profecía de Isaías 53:5.
Isaías 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga
fuimos nosotros curados”.
Mateo 8:16-17 “Y cuando llegó la
noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a
los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo
dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras
enfermedades, y llevó nuestras dolencias”.
La sanidad que
recibimos hoy es la sanidad del alma de la enfermedad del
pecado--salvación por la gracia, por la fe en el Señor Jesucristo.
1 Pedro 2:24 “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre
el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a
la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”.
¿SANA DIOS FÍSICAMENTE HOY EN DÍA?
No solamente puede, pero seguramente sana los cuerpos físicos hoy. Claramente, sin embargo, el requisito es “sea su voluntad”.
1. Muchos grandes cristianos no fueron sanados. No siempre es la voluntad de Dios que uno sane.
Pablo (2 Corintios 12:8-9)
“Respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y
me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
Epafrodito (Filipenses 2:25-30)
“Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador
y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis
necesidades; porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y
gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. Pues en
verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de
él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese
tristeza sobre tristeza. Así que le envío con mayor solicitud, para que
al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza. Recibidle,
pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como
él; porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo
su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí”.
Timoteo (1 Timoteo 5:23)
“Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades”.
Trófimo (2 Timoteo 4:20)
“Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo”.
2. Hay instrucciones muy claras dadas para los miembros de una iglesia que se enferman.
Santiago 5:13-15 “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración.
¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre
vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole
con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al
enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le
serán perdonados”.
La “oración de fe” es una oración basada,
dirigida y motivada por la Palabra de Dios. “Así que la fe es por el
oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). La Palabra de
Dios dice que no todos se van a componer.
TODA SANIDAD VERDADERA ES SANIDAD DIVINA
Los procesos naturales de nuestros cuerpos fueron creados por Dios. Aún la sanidad en una herida es maravillosa.
SATANÁS TAMBIÉN HACE MILAGROS
Este hecho ya se discutió. Nótese que Satanás obra a través de los hombres.
Hechos 8:9-11 “Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la
magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria,
haciéndose pasar por algún grande. A éste oían atentamente todos, desde
el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de
Dios. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había
engañado mucho tiempo”.
Mateo 24:4-5 “Respondiendo Jesús, les
dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre,
diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán”.
Romanos
16:17-18 “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan
divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis
aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a
nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves
palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos”.
Apocalipsis 13:14 “Y engaña a los moradores de la tierra con las señales
que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia...”
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