miércoles, 5 de octubre de 2011

EL QUE CALLA OTORGA

Exhortación:



Así como Jehová ordeno a Jeremías!
Jer 1:17 "Pero tú, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te ordene. No temas ante ellos, pues de lo contrario yo haré que sí les temas.

Cuando guardamos silencio frente a actos de explotación y abusos espirituales nos hacemos culpables y cómplices de los mismos. Jesús se enfrentó a la hipocresía de su época y denunció la falsedad de los fariseos, al proclamar su verdad (Mateo cap. 23). ¿crees que el quisiera que nosotros hiciéramos los mismo? Por supuesto que si ! Salmo 60:4 “Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad”

EL QUE CALLA, OTORGA… Jesús nunca callo solo por congraciarse con todos, solo para que “lo aceptaran” o para “no ser causa de división” El Nunca le llamo a lo malo bueno, o a lo bueno mal… El mismo Jesús dijo en MAT 10:32 A cualquiera que delante de la gente reconozca ser mío, también yo le reconoceré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Pero a cualquiera que niegue ser mío delante de la gente, también yo le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. 34 No creáis que yo he venido tan sólo a traer paz a la tierra. ¡También he venido a traer guerra!, 35 pues he venido para poner al hombre "contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; 36 pues enemigos del hombre serán los de su propia casa". (CST-IBS)

Ser tolerante con el religioso corrupto es una afrenta a la Palabra, y esta “negando a Jesús” y es una vergüenza para el evangelio. No debemos tolerar el abuso espiritual, pues cuando El nos dice que nos separemos de todo aquello (o todos aquellos) que no “llamándose hermanos” están blasfemando y siguiendo otro evangelio que No es el que El nos dejo, esta es una “división que si proviene de Dios” pues mas vale estar divididos por la verdad que unidos por el error, ademas El mismo esta separando a sus ovejas de los cabritos en estos tiempos finales. (Mat.25:32)

Según Gálatas 1: 6-10, está claro sobre cómo debemos enfrentar lo que no proviene de Dios, y afirma que ni aun debemos aceptar aquello que procede de un ángel del cielo si lo proclamado no se ciñe al fundamento bíblico. Cristo viene pronto, el juicio viene y ya no es hora de estar jugando a “los dos bandos”. Y en 2 Juan 1: 10 Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa ni le digáis: «¡Bienvenido!», 11 porque el que le dice: «¡Bienvenido!» participa en sus malas obras.

Noten que afirma que decirle “bienvenido”, sabiendo que anda mal, lo hace a uno participante de sus malas obras. Esto no excluye a nadie, porque todos somos iguales delante del Señor, y no existe en la Biblia un grupo privilegiado, exento de las demandas dadas por el Señor a sus seguidores. Y allí el mismo Jesús dijo que iba a haber división. Claramente división entre los que son verdaderos y los que no lo son. No podemos ser participes de sus herejías y blasfemias, solo con el simple hecho de “no decir nada” . El Señor nos llama a SALIR DE EN MEDIO DE ELLOS Y NO SER PARTICIPES DE SUS PECADOS. (Apoc. 18:4)

La gran mayoría manipulan los textos y se basan en aquel que dice: “no juzguéis para no ser juzgados” (Lucas 6: 37) para así prohibir cualquier señalamiento a errores o actuaciones incorrectas en la enseñanza.

Es necesario aclarar que este texto no prohíbe, de forma absoluta, el emitir juicios en el área doctrinal o de conducta moral, sino que se refiere a difundir juicios injustos, precipitados y hacer del juzgar una forma arbitraria para calumniar, o un vicio para criticar o condenar a alguien sin evidencias, por envidia y sin tener una vida acorde con lo que juzgo.

En Juan 7: 24 el Señor nos autoriza a juzgar pero establece cierta regla para hacerlo: “No juzguéis según la apariencia, sino juzgad con justo juicio”. Noten que el juicio debe ser justo, lo que implica que al hacerlo, debemos tener evidencias de hecho, y no por el simple “don de sospecha”, algo común entre algunos cristianos y lo cual los lleva a levantar calumnias.

Si el predicador proclama una enseñanza que no tiene el respaldo de la Palabra, debemos desecharlo porque el “espiritual juzga todas las cosas” (1 Corintios 2:15). En tal caso es un deber señalar los errores de tal predicador.

En Filipenses 3: 2 se mencionan tres conductas inmorales dentro del ministerio:
a) Los perros: se refiere a aquellos que van detrás de quien mejor les pague, como el perro, que va detrás de aquel que lo alimenta. El comentarista dice que es una “metáfora para designar a los “inicuos”, a los “sin ley”, ellos que tanto se aferraban a ley, como para querer imponerla a todos los gentiles”. En el sentido original griego kuon: “ es un término metafórico (Filipenses 3.2; Apocalipsis 22.15), de aquellos cuya impureza moral los excluirá de la nueva Jerusalén. El término latino “canis” y el castellano “can” están relacionados etimológicamente con kuon” .Lo que deja ver que hay señalamientos claros a los que actúan de forma inmoral dentro del ministerio.
“En la Biblia, el perro representa a un ser sucio, depravado y servil, que busca su provecho a través de la agresividad o de la lisonja. Hay que entender que los perros en aquella época no eran las mascotas queridas de hoy en día”

b) Malos obreros: Como bien dice el término, los que en su proceder no actúan correctamente. Según se afirma, “no son los que trabajan poco, sino lo que trabajan para el mal”

c) Mutiladores del cuerpo: El sentido de mutilar es cortar, desmembrar. Tiene que ver con la acción de descuartizar. En el griego se usa el término “peritomé” que significa “corte en derredor” y es el mismo vocablo que se usa para la circuncisión.

“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Corintios 11:13-15)
La misma enseñanza nos autoriza a juzgar entre los hermanos aquello que no esté de acuerdo con las enseñanzas apostólicas y las buenas costumbres (1 Corintios 6: 5).

La arrogancia de los apóstoles
Hoy en día, los apóstoles modernos presumen de ser excelentes, visten lujosamente, andan en limosinas o mercedes, poseen guardaespaldas, entran por la puerta de atrás y comen impúdicamente, hospedándose en hoteles de lujo, buscando las adulación y el reconocimiento son: “…Manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a si mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;…Judas 12
Pero lo más grave de todo es la forma en que contaminan la Palabra, introduciendo enseñanzas antibíblica y gnósticas basadas, muchas de ellas, en sus propias revelaciones o visiones con las cuales presentan una perspectiva tal, que parece que sólo ellos tienen la revelación divina y línea directa con Dios de carácter privado. Ejecutan prácticas abusadoras, las cuales debemos analizar a fondo, pues rompen con la humildad, sencillez, mansedumbre y doctrina enseñada por el mismo Jesús.

“El mismo diablo es el protagonista principal y maestro de la arrogancia, y muchas veces la oculta con una mascarada de falso amor y bondad, así como hacen sus ministros, los cuales se disfrazan como ministros de justicia, cuyo fin será conforme a sus obras”
… Teniendo apariencia de piedad pero negaran la eficacia de ella (2 Tim 3:5)

Es común escuchar de parte de los tales apóstoles y profetas que afirman que debemos darle tanta cantidad de dinero a la iglesia, o que debemos hacer pactos para conseguir lo que queremos, en vez de orar (es más fácil sacar la billetera, que doblar las rodillas), etc. Luego están otros, que tienen presuntamente responsabilidad ministerial, pero que no la ejercen como es debido, porque no advierten consecuentemente a los santos acerca de todas esas mentiras de los muy afamados maestros del “materialismo cristiano”.

¿Por qué muchos callan? ¿Por qué muchos siguen “bailando al son que les tocan?
Es de suponer que No los rebaten en modo alguno, porque no se atreven por diferentes miedos y temores, falta de convicción, cobardía, o quizás porque en su fuero interno les gustaría ser como uno de ellos. Temen más a los hombres que a Dios, cuando el Señor le advirtió al mismo profeta Jeremías que le obedeciera en todo lo que le iba a mandar decir a Su pueblo, y lejos de temer a la gente, le temiera a Él, si pensaba no hacerlo:
“Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.” (Jeremías 1: 17)

Escribe el Pastor David Wilkerson al respecto:
“En mi opinión, existen muchos mercenarios en el púlpito hoy en día, pastores cobardes que están contentos con darle a los cristianos fríos lo que ellos piden. Predican mensajes cortos, optimistas, positivos, que no representan amenaza alguna, con poco o ningún contenido bíblico o evangélico. Para la gente no es otra cosa que una experiencia que los hace sentir bien, ¡y que los está conduciendo a la destrucción!”

A pesar de que el Señor siempre fue bueno con Su pueblo (ver Jer. 1: 5-7), ellos tremendamente desagradecidos, le dieron interiormente la espalda, y andaban en sus propios y egoístas caminos. Dios trajo juicio a Judá y a Jerusalén, porque Su pueblo pretendía ser lo que no era. Se mostraba santo por fuera, pero el materialismo y otros pecados controlaban su vida.

Sinceramente, se que el Señor está mostrándonos Su vara de almendro, que significa justamente que está apresurando Su Palabra para ponerla por obra (Jer. 1: 11) y esa palabra que pondrá por obra es Su juicio: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?” (1 Pedro 4: 17) No es ese un juicio para destrucción, sino para purificación, pero no va a ser fácil…

No obstante, lejos de este pensamiento, hoy en día los falsos profetas y apóstoles de turno, como en el tiempo de Jeremías en cuanto a Judá, o como en los tiempos de Isaías en cuanto a Israel, en vez de dar la verdadera palabra que el pueblo de Dios debe oír, profetizan lo fácil y agradable, lo bueno, lo halagüeño, la conquista, la prosperidad, los sueños realizados, etc. etc. Todo lo que muchos desean oír, “porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová; que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras” (Is. 30: 9, 10); por lo tanto, la misma palabra que fue para aquellos falsos profetas, lo es para estos de hoy en día. En MATEO 23:15, Jesús dice: “»¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Recorréis tierra y mar para ganar un solo adepto, y cuando lo habéis logrado lo hacéis dos veces más merecedor del infierno que vosotros. (BAD)

¡Dios nos esta llamando a ser sabios en cuanto a los tiempos!
Muchos no se aperciben realmente de los tiempos, y de este tiempo en concreto: “Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.” (Jer. 8: 7)


Y al sabio en su propia opinión, el Señor le pregunta y afirma: “¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas” (Jer. 8: 8). Estos que continuamente profetizan lo agradable y lo halagüeño al pueblo de Dios, adormeciéndolo, son los que han cambiado la Palabra del Señor en mentira.

Se está cumpliendo a cabalidad la profecía neotestamentaria: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” (2 Ti. 4: 3, 4). Cualquier fábula, cualquier distracción, cualquier cuento, ¡cualquier cosa antes que atender a la Palabra de santidad del Señor!, y por supuesto, siempre hay hombres engañadores dispuestos a darles lo que piden.

Lejos de oír la voz de Dios; lejos de vivir vidas que busquen el agradar a Dios, muchos sólo atienden a la voz de sus apetitos, y sus corazones están ya cargados de glotonería, sólo atendiendo a los afanes de esta vida. Sólo piensan en lo material, en la oferta de este mundo, y a eso lo llaman “prosperidad”. Sólo se preocupan de cómo crecer y engrandecerse, de cómo verse ante los demás como “bendecidos”, y a eso también le llaman “avivamiento”.

“Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.” (Fil. 3: 18, 19)

Presos en su propia ceguera, tienen como ídolos y ejemplos a seguir a todos los afamados maestros del “materialismo cristiano”, porque son prósperos en lo material, gracias a las dádivas que ellos mismos les dan de continuo.
Y como dijo el Señor: “Como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño; así se hicieron grandes y ricos. Se engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo, se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron. ¿No castigaré esto? dice Jehová; ¿y de tal gente no se vengará mi alma? Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?” (Jeremías 5: 27-31)

Siguen las profecías y dichos de los falsos profetas y falsos pastores y apóstoles de la actualidad (Mt. 24: 24) que les dicen mentira, y ellos acomodados al engaño, se dejan seducir porque sus corazones ya están acostumbrados, andan torcidos y llenos de grasa. ¿Qué harán todos ellos cuando llegue el Señor a por los suyos? ¿Les recogerá el Señor, cuando ni siquiera viven esperando Su venida?
¿Qué hacer en esta hora?: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Ap. 3: 22)

“Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová.” (Jer. 3: 1)

Esta dura amonestación es sobre todo dirigida a todos aquellos que son de Cristo. Los que en realidad no lo son, harán caso omiso de ella, como siempre ha sido así. Pero si usted es de Él, y se puede identificar con alguno de los pecados mencionados en este escrito, arrepiéntase y vuélvase de todo corazón a las sendas antiguas (Jer. 6: 16), que es la sana doctrina de nuestro Señor Jesucristo. Si no está en una, busque la congregación evangélica donde se enseñe y se viva esa doctrina. Dios no se goza con el castigo, sino todo lo contrario. La dura palabra tiene como finalidad la corrección del que se ha desviado.

A pesar de que muchos se han amancillado con el mundo y con los enemigos de Dios, nuestro Señor está dispuesto a volver a recibirle al que así ha hecho- Aléjese de todo eso, sálgase de todo lo que esta mancillado, no ve que con eso le esta siendo infiel a Dios? Entienda, que el que no esta con Dios, contra El es … no trate de quedar bien con “todos” aunque con esto este comprometiendo La Palabra de Dios y su Ministerio … porque con eso también esta comprometiendo su eternidad ! y además arrastrando a otros con usted.

Jesús fue radical, no anduvo con los fariseos, ni saduceos solo porque sino lo iban a tachar de “fanático” o porque no lo iban a tomar en cuenta para las grandes actividades de ese tiempo … Dé Ud. El ejemplo de valentía y no tenga miedo de decir la verdad y de no congraciarse con la mentira y el engaño… así sean muchos los que siguen esto, no tema, El Señor esta con usted y El mismo dijo que serian “pocos” los que entrarían por la puerta angosta…. Y en vez de volverse a los famosos apóstoles de hoy en día, vuélvase a Jehová, pues queda poco tiempo…
Isaias 55:6 “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.” Después puede ser demasiado tarde….

Dios, en estos difíciles días, esta levantando verdaderos pastores para apacentar al verdadero pueblo de Dios en Su temor y en Su conocimiento:
“Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sión; y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.” (Jeremías 3: 14, 15)

¡El Señor no tarda! Y recuerde que El necesita Danieles que no se contaminaron, Jeremías que se atrevieron a hablar verdad, NEHEMIAS que levanten murallas en contra de la mentira y se atrevan a para proclamar su verdad, aun a cambio de su vida… y no olvide que EL QUE CALLA, OTORGA.

Enlace
Fuente: http://acausadelaverdad.blogspot.com/

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...