VCeI
Existen cristianos "protestantes", que le temen a los temas controversiales, ese síntoma es propio y distintivo de quienes La Biblia cataloga como "bebés espirituales", esa inseguridad denota invariablemente -ignorancia-.
El pensamiento crítico independiente, basado en las Escrituras ("escudriñadlo todo"), retomó su rumbo histórico-social, con la reforma (siempre existió, solo que por muchos años, antes del S. XVI, fue eclipsado por el totalitarismo deformado católico).
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Emmanuel Tallei
Supuestamente un poder superior a Él se manifestó para echar sus primeros planes a pique. Alguien más poderoso que Él creó el mal y lo lanzó entre los ángeles y entre la humanidad, por lo cual quedó esparcido en toda la creación.
De manera que sus defensores Infralapsarios (dualista o maniqueístas) con su alegada excusa convierten a Dios en un mendigo, un ineficiente, un luchador contra las fuerzas del mal que le subvierten el orden del Cosmos.
¿No dice la Escritura que el Cordero de Dios estaba preparado desde antes de la fundación del mundo? ¿Acaso Adán ya había pecado desde la fundación del mundo? ¿Acaso había sido creado?
Se concluye que, este disparate (del Infralapsarianismo) en la teología, genera un dios a imagen y semejanza de sus pensadores, y no según al Dios Omnipotente determinista que describe las Sagradas Escrituras!
(Isaías 46:10 que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero).
¿No dice la Escritura que el Cordero de Dios estaba preparado desde antes de la fundación del mundo? ¿Acaso Adán ya había pecado desde la fundación del mundo? ¿Acaso había sido creado?
Pues primero Dios hizo los cielos y la tierra, después muchas otras cosas antes de hacer al hombre. Pero la Biblia señala que Cristo ya estaba preparado desde antes de eso (1 Pedro 1: 20). De manera que si Dios lo pensó de esa manera, lo hizo antes de la caída, la cual también estuvo pensada, ya que nada se mueve sin su voluntad. Por eso la Biblia pregona a voces el Supralapsarianismo. Son los defensores públicos de Dios los que tratan de utilizar eufemismos para ocultar ese rasgo del carácter divino que, ante la naturaleza humana, parece antipático.
De todas formas, dentro del orden histórico, Dios condena a personas culpables. No obstante, las escogió antes de la historia (Ap. 13:8; 17:8). Esto demuestra que Dios es Dios, el único soberano que hace como quiere. La naturaleza humana le juzga y lo envía al banquillo de los acusados. De igual forma lo hacen los Infralapsarios, pues al desconocer su absoluta soberanía están haciendo un juicio contra Su libre escogencia. A fin de cuentas, cualquiera puede suponer que el infierno es eterno, y la existencia humana en la tierra es temporal, de manera que el castigo es exagerado, por lo tanto injusto. Ya que los infralapsarios defienden voluntariamente a Dios, podrían también inferir que si ya Él sabía que unos irían a creer y otros no, entonces ¿para qué los creó? Eso honraría más su defensa. Pero suponer que Dios echó mano del plan B, cuando vio la caída de Adán y Eva, es de igual forma acusarlo de impotente, de impreciso, de carente de visión perfecta. El plan B se da en los humanos sometidos a imperfecciones, con su lógica previsora: Si es A, entonces B. Si no A, entonces C.
Los infralapsarios giran en la teología antropocéntrica, bajo la ilusión de la libertad de decisión. Parten del criterio compatibilista, según el cual hubo de haber libertad plena en Adán para que generase culpa en su desobediencia. Eso los lleva a un grado de la herejía del dualismo, donde una fuerza superior o semejante a Dios se entromete en sus planes, que eran los de mantener a Adán en la inocencia del Edén. Ahora es el bien contra el mal, la dualidad entre fuerzas antagónicas (algo similar a lo que el herético Maniqueo enseñaba).
De todas formas, dentro del orden histórico, Dios condena a personas culpables. No obstante, las escogió antes de la historia (Ap. 13:8; 17:8). Esto demuestra que Dios es Dios, el único soberano que hace como quiere. La naturaleza humana le juzga y lo envía al banquillo de los acusados. De igual forma lo hacen los Infralapsarios, pues al desconocer su absoluta soberanía están haciendo un juicio contra Su libre escogencia. A fin de cuentas, cualquiera puede suponer que el infierno es eterno, y la existencia humana en la tierra es temporal, de manera que el castigo es exagerado, por lo tanto injusto. Ya que los infralapsarios defienden voluntariamente a Dios, podrían también inferir que si ya Él sabía que unos irían a creer y otros no, entonces ¿para qué los creó? Eso honraría más su defensa. Pero suponer que Dios echó mano del plan B, cuando vio la caída de Adán y Eva, es de igual forma acusarlo de impotente, de impreciso, de carente de visión perfecta. El plan B se da en los humanos sometidos a imperfecciones, con su lógica previsora: Si es A, entonces B. Si no A, entonces C.
Los infralapsarios giran en la teología antropocéntrica, bajo la ilusión de la libertad de decisión. Parten del criterio compatibilista, según el cual hubo de haber libertad plena en Adán para que generase culpa en su desobediencia. Eso los lleva a un grado de la herejía del dualismo, donde una fuerza superior o semejante a Dios se entromete en sus planes, que eran los de mantener a Adán en la inocencia del Edén. Ahora es el bien contra el mal, la dualidad entre fuerzas antagónicas (algo similar a lo que el herético Maniqueo enseñaba).
Estos teólogos suponen que el Dios de la Biblia pudo hacer el universo entero con la orden de su palabra, pudo crear al hombre a su imagen y semejanza, sopló aliento de vida en el barro formado, pero no pudo crear vasos de honra y de deshonra para demostrar la gloria de su misericordia y de su ira. Para ello le fue necesaria la anuencia de sus criaturas, o que se dieran las circunstancias no previstas de la caída.
Se concluye que, este disparate (del Infralapsarianismo) en la teología, genera un dios a imagen y semejanza de sus pensadores, y no según al Dios Omnipotente determinista que describe las Sagradas Escrituras!
(Isaías 46:10 que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero).
