Sugerimos que cuando lea una nota de este blog (sea subida de otro sitio o escrita por nosotros) ponga en práctica el consejo de San Pablo dado a los tesalonicenses que presentamos a continuación: 1Tesalonicenses 5:21 Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente , retened lo bueno; 5:22 absteneos de toda forma de mal.
Cuando se habla de tecnologías que tienen la potencialidad para cambiar el diseño y las cualidades naturales de los seres humanos los primeros que reaccionan negativamente son las personas que adhieren a alguna religión, porque significa cambiar el plan original de Dios para los hombres.
Y en el caso de los microchips implantables es mucho peor, porque los cristianos tenemos un acto reflejo de asimilarlo con la marca de la bestia que se menciona en el libro del Apocalipsis.
La “marca de la bestia” con que serán marcados los seres humanos se refiere a este pasaje del Apocalipsis 13: 15-18:
13:15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
13:16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
13:17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
13:18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
Esta marca podría significar desde una discriminación externa hasta un control de los seres humanos desde dentro del propio cuerpo.
Es así que por lo menos tenemos tres desarrollos actualmente que podrían cumplir los requisitos de la marca de la bestia:
Uno, son las bases de identificación biométricas de cada persona que cruzada con otras bases de datos, mediante la tecnología de data minning, permiten identificar casi todo sobre una personas: estilo de vida, amistades, ideología, tipo de alimentación, salud, etc..
Dos, microchips implantables en la piel o subcutáneamente en las personas, ver aquí y aquí, que permitirían identificar de quien se trata a distancia, con el cruce con otras bases de datos. Por ejemplo una persona pasa cerca de un censor que detecta quien es a través de su microchip y esta identificación conecta a una gran cantidad de bases de datos que sirve para dar permiso a esa persona a hacer alguna tarea, o para discriminarla por algo.
Tres, los microchips para implantar en el cerebro, que tienen el potencial de ayudar a manejar alguna prótesis que se haya instalado en la persona, hasta la capacidad de interferir en los pensamientos, imágenes y recuerdos de las personas, ver aquí, o incluso inyectar medicamentos, ver aquí.
Hay argumentos positivos para cada uno de estos microchips, que van desde la practicidad y seguridad del manejo de contraseñas, hasta el mejoramiento de discapacidades de algunos seres humanos.
Pero también hay argumentos negativos, que van desde el ataque a la privacidad, o sea que un poder externo pueda discriminarnos y actuar en contra nuestra, hasta la posibilidad directa de manipular nuestra mentes, emociones y cuerpos a través de la intervención en nuestro cerebro.
El inconveniente de esto es que con un chip en nuestro cuerpo pueden rastrear a cada segundo donde estamos y que hacemos, porque de hecho el data minning hoy está en condiciones de reconstruir nuestras actividades diarias e incluso nuestro pensamientos y preocupaciones en términos generales.
Los microchips implantables son de gran utilidad para la medicina, piensa nomás en los marcapasos. Y pueden ayudar a monitorear la ubicación de las personas con la enfermedad de alzheimer.
Puedes inyectártelo debajo de la piel o mediante un tatuaje y nadie lo va a notar. Usan señales (RFID) de identificación de frecuencia de radio de corto alcance, y pueden transmitir tu identidad a medida que pasas a través de controles de seguridad o entras en un estadio de fútbol. Puede ayudarte a comprar alimentos en los supermercados o rastrearte si por ejemplo estás secuestrado en un país extranjero.
También respecto a la delincuencia tienen su utilidad mediante una marca más profunda que la simple pulsera que quienes están en libertad condicional deben usar en algunos países.
Pero sus posibilidades de uso negativos son muchas. Van desde la cancelación de la privacidad de las personas, porque ya no podrás pasar desapercibido, hasta tu discriminación aunque incluso no haya ninguna base legal, por ejemplo a una persona que se sabe es contraria al gobierno podría serle prohibida la entrada a ciertas oficinas gubernamentales.
Y aún más negativas son las potencialidades de los microchips implantables en el cerebro porque pueden desde colocar pensamientos y recuerdos espurios en la mente de las personas, hasta inhibir la voluntad o el uso de determinadas partes del cuerpo.
Una reciente encuesta de Pew Research Center estudió las actitudes del público sobre el posible uso de tres tecnologías que podrían mejorar radicalmente la salud, el área cognitiva o la capacidad física de las personas, pero que también podrían ser usadas para fines de control de las personas.
Ellas fueron la edición de genes para dar a los bebés sanos una reducción en el riesgo de enfermedades y afecciones graves durante toda su vida, la implantación de un chip de computadora en el cerebro para dar a una persona sana una gran mejora en la capacidad de concentrar y procesar información, y la transfusión de sangre sintética para dar a las personas sanas mejoras en velocidad, fuerza y resistencia.
En la encuesta se pidió a los participantes leer el siguiente texto antes de contestar la serie de preguntas:
Obviamente la encuesta dio información puramente positiva a los encuestados, por lo que debe haber un sesgo en las encuestas que magnifica las respuestas positivas.
La mayoría de los estadounidenses dicen que no quieren mejorar sus capacidades cognitivas o físicas con chips cerebrales o sangre sintética.
Aproximadamente dos tercios (66%) de la población dice que no quiere un dispositivo implantado, que les dé una gran mejora en la capacidad de concentración y de proceso de información, mientras que un tercio (32%) dicen que sí quieren un dispositivo de este tipo.
Son más propensos a ver estas mejoras potenciales como “intromisión con la naturaleza” cruzando una línea que no se debe cruzar.
Muchas personas dijeron que estas tecnologías serían moralmente inaceptables porque sería “cambiar el plan de Dios”.
Y especialmente en el caso de un chip de computadora en el cerebro, algunos oponentes conectaron esta idea con la “marca de la bestia”, haciendo una referencia a la marca de satanás que aparece en el libro del Apocalipsis en la Biblia que describimos antes.
Pero por el contrario, la mayoría de los de bajo compromiso religioso, ateos, agnósticos y sin religión, dicen que cada una de estas posibles mejoras está en consonancia con las formas en que los seres humanos han tratado de mejorar su situación a través de los siglos.
EL DESARROLLO DE LOS IMPLANTES CEREBRALES SIGUE ADELANTE SIN DISCUSIÓN PÚBLICA
A pesar de estos resultados, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, de EE.UU.) parece que ha invertido U$S 62 millones en la investigación de la tecnología de implantes de microchip cerebral y parece estar a punto de perfeccionar un dispositivo de codificación neural que “abra el canal entre el cerebro humano y la electrónica moderna”.
DARPA ya ha probado con éxito sus propios microchips implantados en el cerebro en animales y los ensayos en humanos están listos para comenzar en 2017.
Los dispositivos neuronales de codificación que se están desarrollando en DARPA están ostensiblemente diseñados para controlar extremidades artificiales, pero parece obvio que su potencial es mucho mayor.
Como la propia DARPA admitió, la tecnología será capaz de permitir un “ancho de banda de transferencia de datos entre el cerebro humano y el mundo digital, para alimentación auditiva digital o información visual al cerebro”.
Los partidarios de esta tecnología de microchips argumentan que “cuando los códigos de barras salieron por primera vez a finales de 1960, las personas estaban horrorizadas. Tenían miedo de ellos y no entendían el concepto. Hoy en día, son tan comunes que ni siquiera los notamos. Un microchip funcionaría de la misma manera”.
Sin embargo esto no es así, porque un código de barras es algo externo a la persona, en cambio el microchip se implantaría en el cerebro de las personas como ya se ha hecho con los perros.
La tecnología de los implantes en el cerebro tienen el potencial de mejorar la vida de las personas con alguna discapacidad.
¿Pero estamos verdaderamente preparados para un futuro en el que personas sanas normales reciban – voluntariamente o no – implantes en el cerebro que podrían tanto “mejorar” la función mental como tal vez incluso disminuirla?
Los posibles efectos negativos y usos siniestros de este tipo de tecnología parecen ser significativos, aunque también parece que hay un montón de gente que estará feliz de tomar el riesgo.
Todo esto se está haciendo en silencio, sin un debate público que oriente a los que toman decisión, quedando como último frente de oposición las religiones, las que son actualmente el blanco de los reingenieros de la raza humana.
Y esto es lo que en parte explica las restricciones de la libertad religiosa y la persecución del cristianismo que vemos en occidente.
Fuente: http://forosdelavirgen.org/81431/en-que-estamos-respecto-a-la-implantacion-de-microchips-2014-09-06/
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FDLVM
Cuando se habla de tecnologías que tienen la potencialidad para cambiar el diseño y las cualidades naturales de los seres humanos los primeros que reaccionan negativamente son las personas que adhieren a alguna religión, porque significa cambiar el plan original de Dios para los hombres.
Y en el caso de los microchips implantables es mucho peor, porque los cristianos tenemos un acto reflejo de asimilarlo con la marca de la bestia que se menciona en el libro del Apocalipsis.
La “marca de la bestia” con que serán marcados los seres humanos se refiere a este pasaje del Apocalipsis 13: 15-18:
13:15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
13:16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
13:17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
13:18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
Esta marca podría significar desde una discriminación externa hasta un control de los seres humanos desde dentro del propio cuerpo.
TRES LÍNEAS DE DESARROLLO DE LOS MICROCHIPS
Es así que por lo menos tenemos tres desarrollos actualmente que podrían cumplir los requisitos de la marca de la bestia:
Uno, son las bases de identificación biométricas de cada persona que cruzada con otras bases de datos, mediante la tecnología de data minning, permiten identificar casi todo sobre una personas: estilo de vida, amistades, ideología, tipo de alimentación, salud, etc..
Dos, microchips implantables en la piel o subcutáneamente en las personas, ver aquí y aquí, que permitirían identificar de quien se trata a distancia, con el cruce con otras bases de datos. Por ejemplo una persona pasa cerca de un censor que detecta quien es a través de su microchip y esta identificación conecta a una gran cantidad de bases de datos que sirve para dar permiso a esa persona a hacer alguna tarea, o para discriminarla por algo.
Tres, los microchips para implantar en el cerebro, que tienen el potencial de ayudar a manejar alguna prótesis que se haya instalado en la persona, hasta la capacidad de interferir en los pensamientos, imágenes y recuerdos de las personas, ver aquí, o incluso inyectar medicamentos, ver aquí.
PROS Y CONTRAS DE LOS MICROCHIPS IMPLANTABLES
Hay argumentos positivos para cada uno de estos microchips, que van desde la practicidad y seguridad del manejo de contraseñas, hasta el mejoramiento de discapacidades de algunos seres humanos.
Pero también hay argumentos negativos, que van desde el ataque a la privacidad, o sea que un poder externo pueda discriminarnos y actuar en contra nuestra, hasta la posibilidad directa de manipular nuestra mentes, emociones y cuerpos a través de la intervención en nuestro cerebro.
En la medida que el mundo se está volviendo más electrónico y digitalizado suena razonable que una persona tenga su propia clave de ingreso a todos los lados, que pueda ser grabada en su cuerpo. Y esto de hecho va a ser difícil de evitar en el futuro.
El inconveniente de esto es que con un chip en nuestro cuerpo pueden rastrear a cada segundo donde estamos y que hacemos, porque de hecho el data minning hoy está en condiciones de reconstruir nuestras actividades diarias e incluso nuestro pensamientos y preocupaciones en términos generales.
Los microchips implantables son de gran utilidad para la medicina, piensa nomás en los marcapasos. Y pueden ayudar a monitorear la ubicación de las personas con la enfermedad de alzheimer.
Puedes inyectártelo debajo de la piel o mediante un tatuaje y nadie lo va a notar. Usan señales (RFID) de identificación de frecuencia de radio de corto alcance, y pueden transmitir tu identidad a medida que pasas a través de controles de seguridad o entras en un estadio de fútbol. Puede ayudarte a comprar alimentos en los supermercados o rastrearte si por ejemplo estás secuestrado en un país extranjero.
También respecto a la delincuencia tienen su utilidad mediante una marca más profunda que la simple pulsera que quienes están en libertad condicional deben usar en algunos países.
Pero sus posibilidades de uso negativos son muchas. Van desde la cancelación de la privacidad de las personas, porque ya no podrás pasar desapercibido, hasta tu discriminación aunque incluso no haya ninguna base legal, por ejemplo a una persona que se sabe es contraria al gobierno podría serle prohibida la entrada a ciertas oficinas gubernamentales.
Y aún más negativas son las potencialidades de los microchips implantables en el cerebro porque pueden desde colocar pensamientos y recuerdos espurios en la mente de las personas, hasta inhibir la voluntad o el uso de determinadas partes del cuerpo.
UNA RECIENTE ENCUESTA
Una reciente encuesta de Pew Research Center estudió las actitudes del público sobre el posible uso de tres tecnologías que podrían mejorar radicalmente la salud, el área cognitiva o la capacidad física de las personas, pero que también podrían ser usadas para fines de control de las personas.
Ellas fueron la edición de genes para dar a los bebés sanos una reducción en el riesgo de enfermedades y afecciones graves durante toda su vida, la implantación de un chip de computadora en el cerebro para dar a una persona sana una gran mejora en la capacidad de concentrar y procesar información, y la transfusión de sangre sintética para dar a las personas sanas mejoras en velocidad, fuerza y resistencia.
En la encuesta se pidió a los participantes leer el siguiente texto antes de contestar la serie de preguntas:
“Los nuevos avances en la comprensión del cerebro están creando la posibilidad de que los médicos serán capaces de implantar quirúrgicamente un pequeño chip de computadora en el cerebro.
En este momento, estos dispositivos implantados están siendo desarrollados para las personas con algún tipo de enfermedad o discapacidad.
Pero en el futuro, estos dispositivos implantados podrían estar potencialmente disponibles
para su uso por personas sanas, dando a la gente mucho mayor capacidad
para concentrarse y procesar la información en la vida cotidiana”.
Obviamente la encuesta dio información puramente positiva a los encuestados, por lo que debe haber un sesgo en las encuestas que magnifica las respuestas positivas.
La mayoría de los estadounidenses dicen que no quieren mejorar sus capacidades cognitivas o físicas con chips cerebrales o sangre sintética.
Aproximadamente dos tercios (66%) de la población dice que no quiere un dispositivo implantado, que les dé una gran mejora en la capacidad de concentración y de proceso de información, mientras que un tercio (32%) dicen que sí quieren un dispositivo de este tipo.
La encuesta halló que los que tienen inclinaciones y prácticas religiosas son los más cautelosos acerca de futuras mejoras humanas, y son menos propensos a aprobar estas posibles mejoras.
Son más propensos a ver estas mejoras potenciales como “intromisión con la naturaleza” cruzando una línea que no se debe cruzar.
Muchas personas dijeron que estas tecnologías serían moralmente inaceptables porque sería “cambiar el plan de Dios”.
Y especialmente en el caso de un chip de computadora en el cerebro, algunos oponentes conectaron esta idea con la “marca de la bestia”, haciendo una referencia a la marca de satanás que aparece en el libro del Apocalipsis en la Biblia que describimos antes.
Pero por el contrario, la mayoría de los de bajo compromiso religioso, ateos, agnósticos y sin religión, dicen que cada una de estas posibles mejoras está en consonancia con las formas en que los seres humanos han tratado de mejorar su situación a través de los siglos.
EL DESARROLLO DE LOS IMPLANTES CEREBRALES SIGUE ADELANTE SIN DISCUSIÓN PÚBLICA
A pesar de estos resultados, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, de EE.UU.) parece que ha invertido U$S 62 millones en la investigación de la tecnología de implantes de microchip cerebral y parece estar a punto de perfeccionar un dispositivo de codificación neural que “abra el canal entre el cerebro humano y la electrónica moderna”.
DARPA ya ha probado con éxito sus propios microchips implantados en el cerebro en animales y los ensayos en humanos están listos para comenzar en 2017.
Los dispositivos neuronales de codificación que se están desarrollando en DARPA están ostensiblemente diseñados para controlar extremidades artificiales, pero parece obvio que su potencial es mucho mayor.
Como la propia DARPA admitió, la tecnología será capaz de permitir un “ancho de banda de transferencia de datos entre el cerebro humano y el mundo digital, para alimentación auditiva digital o información visual al cerebro”.
Los partidarios de esta tecnología de microchips argumentan que “cuando los códigos de barras salieron por primera vez a finales de 1960, las personas estaban horrorizadas. Tenían miedo de ellos y no entendían el concepto. Hoy en día, son tan comunes que ni siquiera los notamos. Un microchip funcionaría de la misma manera”.
Sin embargo esto no es así, porque un código de barras es algo externo a la persona, en cambio el microchip se implantaría en el cerebro de las personas como ya se ha hecho con los perros.
O sea que estos implantes podrían ser potencialmente dispositivos de lavado de cerebro extremadamente eficaces, que podrían fácilmente ser utilizados para controlar a la gente, de la misma manera que controlar prótesis.
La tecnología de los implantes en el cerebro tienen el potencial de mejorar la vida de las personas con alguna discapacidad.
¿Pero estamos verdaderamente preparados para un futuro en el que personas sanas normales reciban – voluntariamente o no – implantes en el cerebro que podrían tanto “mejorar” la función mental como tal vez incluso disminuirla?
Los posibles efectos negativos y usos siniestros de este tipo de tecnología parecen ser significativos, aunque también parece que hay un montón de gente que estará feliz de tomar el riesgo.
Todo esto se está haciendo en silencio, sin un debate público que oriente a los que toman decisión, quedando como último frente de oposición las religiones, las que son actualmente el blanco de los reingenieros de la raza humana.
Y esto es lo que en parte explica las restricciones de la libertad religiosa y la persecución del cristianismo que vemos en occidente.
Fuente: http://forosdelavirgen.org/81431/en-que-estamos-respecto-a-la-implantacion-de-microchips-2014-09-06/
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¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación? Jesucristo: Dios con nosotros, quien vino a morir por nuestros pecados y nuestra maldad; quien resucitó al tercer día y vuelve en breve según su inquebrantable promesa. Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.