Alberto Gutiérrez
Fueron contemporáneos, vivieron en la misma época y sin embargo fueron tan diferentes.
El llamamiento de Lutero fue para presentar la conciencia directamente a Dios a través de la palabra de Dios y la dirección de Loyola fue la de someter la conciencia a la autoridad del Papado.
Esa fue la diferencia.
La "Espiritualidad Ignaciana" tenía que lograrse mediante ejercicios espirituales por medio de la sustitución de la imaginación y contra teología para la realidad de la fe [Ignacio encontró "otra manera" de garantizar una experiencia espiritual que ya no se basaba en la fe sino en "sustancia real"].
"Iñigo (otro nombre para referirse a Ignacio de Loyola) en lugar de sentir que su remordimiento le fue enviado para llevarlo al pie de la cruz, se convenció a sí mismo que esos reproches interiores no procedían de Dios sino del diablo; y resolvió no pensar nunca más en sus pecados, borrarlos de su memoria y enterrarlos en el olvido eterno.
[Los dos... Lutero y Loyola tuvieron este sentimiento de culpa, ambos se auto-castigaron a sí mismos para deshacerse de el. Martín Lutero hizo el gran descubrimiento: "el justo vivirá por la fe" (Romanos 1:17), pero Ignacio de Loyola no lo descubrió.]
Lutero se volvió hacia Cristo, Loyola cayó sobre sí mismo. Pronto las visiones vinieron a confirmarle a Iñigo las convicciones a las que había llegado...
Iñigo no buscaba la verdad en las Sagradas Escrituras; sino "imaginando" en su lugar la comunicación inmediata con los espíritus...
Lutero al obtener su doctorado se había comprometido por juramento a las Sagradas Escrituras...
Loyola a su vez se enredó en sus sueños y visiones; y las apariciones quiméricas se convirtieron en el principio de su vida y de su fe. [Historia de la Reforma del Siglo XVI por Jean-Henri Merle d'Aubigné 5 volúmenes en 1. Grand Rapids, Mich.:Baker Book House, reproducido de la versión de Londres de 1846 en la edición de 1976, Libro 10]
[Así que aquí tenemos dos direcciones: una basada en la fe que dice "El Señor ha hablado por lo tanto así es, yo te lavaré y serás más blanco que la nieve, quitaré tus pecados tan lejos como está el oriente del occidente y verás como haré todo nuevo" Eso es lo que dice la palabra, y el diablo dice "eres culpable, eres culpable, eres culpable...", pero Dios no miente. La declaración de fe recuperada por la Reforma es: "Por la fe acepto el perdón en Cristo sin importar si siento algo o no".
Loyola dijo "Yo quiero sentirlo, quiero sentirme aceptado, quiero saber que puedo hablar con él, voy a centrar toda mi energía para comunicarme directamente" y no había pasado mucho tiempo cuando Loyola ya se estaba comunicando directamente. Pero la pregunta es...¿con quién?]
Lutero declaró: "Es una cosa ligera morir por la Palabra, ya que la Palabra que se hizo carne murió El mismo. Si morimos con El, viviremos con El; y pasando por lo que El pasó antes que nosotros, estaremos dónde El está y habitaremos con El para siempre" [Historia de la Reforma del Siglo XVI por Jean-Henri Merle d'Aubigné Libro 6 Capítulo 9] (Esta es una declaración de fe sin necesidad de experiencias místicas extrañas).
Frente a la Dieta de Worms (Wormser Reichstag) Lutero dijo: "Ya que su majestad serenísima requiere una simple respuesta, clara y directa, le ofrezco una, y es la siguiente: Yo no puedo someter mi fe ni al Papa ni a los Concilios, porque es claro como la luz del mediodía que a menudo han caído en el error, e incluso en flagrante contradicción consigo mismos.
Si por lo tanto, yo no estoy convencido por prueba de las Sagradas Escrituras, o por razones de peso, si no estoy satisfecho por los propios textos que he citado, y si mi opinión no es de esta manera traída en el sometimiento a la Palabra de Dios, no puedo ni retractaré nada; ya que no es correcto para un Cristiano hablar en contra de su conciencia. Aquí asumo mi postura; no puedo hacer otra cosa, Dios me ayude. Amén!" [Historia de la Reforma del Siglo XVI por Jean-Henri Merle d'Aubigné Libro 7 Capítulo 8]
Así que aquí estaban 2 personas en total oposición...
Lutero: "Está escrito y por lo tanto lo creo, lo acepto por fe; Cristo lo dijo y así es. Trato hecho". ¿No es bonito esto?
Loyola: "No me es suficiente la fe, yo quiero sentir el perdón así tenga que recurrir a las imaginaciones de mi mente y a la comunicación con los espíritus". [Para tal fin diseñó lo que se conoce como Ejercicios Espirituales].
Como una acotación final diremos que por concenso general la mayoría de escritores de la Nueva Era citan al Jesuita Pierre Teilhard de Chardin como el personaje que mas les ha influído el pensamiento, así que lo consideran como el "Padre de la Nueva Era" y que la escritora Nuevaerista Edith de Joya en su libro "Satanismo" (cuya ilustración adjunto a la imagen de este post) tiene un capítulo especial al que llama "Ejercicios Espirituales" en el que mezcla mucho de la filosofía jesuita con las ideas esotéricas de la New Age y el Satanismo.
Dice la Biblia: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas" y también "Mas nosotros tenemos la mente de Cristo".
¿No crees que ha llegado el tiempo de reavivar la Reforma?...
Fuente: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10153042785839281&set=a.10151241608734281.484642.522219280&type=3
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