Sugerimos que cuando lea una nota de este blog (sea subida de otro sitio o escrita por nosotros) ponga en práctica el consejo de San Pablo dado a los tesalonicenses que presentamos a continuación: 1Tesalonicenses 5:21 Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente , retened lo bueno; 5:22 absteneos de toda forma de mal.
Los jesuitas han jugado un papel muy importante en la creación y establecimiento del comunismo en el mundo. Desde su llegada al continente americano de mano de las coronas española y portuguesa, fieles al papa, los jesuitas se involucraron activamente en las políticas internas y externas de los países donde estaban, afectando negativamente las condiciones de vida de los pueblos y haciendo un esfuerzo feroz para que las ideas renovadoras del racionalismo y la ciencia no llegaran a sus dominios ya que esto haría muy difícil la permanencia de su yugo sobre tales naciones.
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Periodismo sin Fronteras
“Muchos de ellos se presentarán
bajo más disfraces de los que haya usado jamás un jefe de los bohemios:
como impresores, escritores, editores, maestros de escuela, etc. Si
alguna asociación de personas ha merecido condenación eterna en esta
tierra y en el infierno, es esta Sociedad de Loyola. Sin embargo, debido
a nuestro sistema de libertad religiosa, sólo podemos ofrecerle refugio”. -Por Ricardo Puentes- M. Octubre 12 de 2009
Los jesuitas han jugado un papel muy importante en la creación y establecimiento del comunismo en el mundo. Desde su llegada al continente americano de mano de las coronas española y portuguesa, fieles al papa, los jesuitas se involucraron activamente en las políticas internas y externas de los países donde estaban, afectando negativamente las condiciones de vida de los pueblos y haciendo un esfuerzo feroz para que las ideas renovadoras del racionalismo y la ciencia no llegaran a sus dominios ya que esto haría muy difícil la permanencia de su yugo sobre tales naciones.
Los jesuitas participaban y controlaban todas las áreas de la vida de los individuos. Política, educación, religión, asesoría matrimonial, nada escapaba a
su influjo. La economía tampoco. Se consagraron al comercio y a la bolsa
de valores. Incluso su Colegio Romano, rector de los colegios y
universidades jesuitas en el mundo, se dedicó a hacer grandes cantidades
de telas en Macerata, Italia, que luego vendía a cómodos precios por
todo el mundo donde tenían dominio. Sus negocios en la India y en
América eran prósperos e influyentes.
A ellos no les molestaba defender
la causa de los esclavos negros en Cartagena de Indias y, al mismo
tiempo, tener vastas plantaciones en Martinica, cultivadas por esclavos
negros. Esa ha sido una constante del Vaticano. Nunca han despreciado la
oportunidad de obtener ganancias económicas mediante sus conquistas
“espirituales”. Tal y como sucedió en Paraguay –con las famosas
Reducciones- y en otras partes del mundo, los jesuitas aprovechaban al
máximo la mano de obra de los paganos o, como diría Hitler (al servicio
del papa), la mano de obra de las castas inferiores para hacerlos
trabajar gratis.
Los hijos de Loyola tenían refinerías de
azúcar, minas de plata, plantaciones de cacao, fábricas de alfombras,
haciendas ganaderas, servicios de préstamos, etc. Igual que hoy: son
dueños de bancos, empresas de televisión, periódicos, industrias,
equipos de fútbol, equipos de básquetbol y de béisbol, editoriales,
sellos discográficos y, por supuesto, también controlan los principales
partidos políticos. Están en todas partes, ya sea mediante fundaciones y
organizaciones no gubernamentales “sin ánimo de lucro” que defraudan al
fisco, o como columnistas obligados en los grandes periódicos; pueden
estar al lado del presidente y, al mismo tiempo, asesorando a la
oposición ideológica y armada.
En Colombia conocimos el caso del
arzobispo Isaías Duarte Cancino (asesinado por las FARC), miembro del
“grupo de los seis”, quienes controlan y orientan el accionar de los
paramilitares, y él mismo asesor espiritual del jefe de las AUC Carlos
Castaño; también sabemos del cura jesuita Francisco de Roux, cercano a
la izquierda, cuyo hermano es cabecilla del Polo Democrático, partido
político de orientación socialista que es apoyado por la guerrilla de
las FARC. Los de la Conferencia Episcopal, bien pueden un día estar
asesorando al presidente Uribe y, al siguiente, alojar como invitado al
guerrillero Granda para luego acompañarlo a Cuba donde Fidel, a quien
le estrecha la mano y le da el parte de victoria.
El Arzobispo Duarte Cancino, asesinado por las FARC
Una de las maniobras que usaban los
jesuitas durante la Colonia para estafar al fisco, se evidenció en la
conocida historia de las famosas cajas de chocolate que eran ingresadas
por la Orden a Europa. En realidad, las cajas no contenían chocolate
sino oro en polvo. Por algo, el obispo Palafox, enviado por el papa
Inocencio VIII como visitador apostólico, le escribió al pontífice que:
“toda la riqueza de Sudamérica está en manos de los jesuitas”.
Fue precisamente la inmoralidad y la
codicia de la Orden, sus intrigas políticas y sus frecuentes crímenes,
lo que les ha ganado que una y otra vez sean expulsados de los países
donde han sido acogidos. En Paraguay, por ejemplo, donde instituyeron
las Reducciones (comunas) de indios guaraníes bajo su control total, los
jesuitas habían hecho el ensayo de lo que posteriormente instaurarían
en Rusia: el comunismo.
Fue allí donde los jesuitas armaron por primera vez una guerrilla revolucionaria.
Sucedió así:
España y Portugal firmaron un tratado en
1750 para establecer los límites de sus colonias en Sudamérica. El
tratado firmado le concedía a Portugal el territorio donde,
precisamente, los jesuitas trabajaban explotando y esclavizando a los
indios guaraníes. Los jesuitas no iban a renunciar tan fácilmente a sus
dominios y sus vastas plantaciones, así que armaron a sus conversos
guaraníes y libraron una prolongada guerra de guerrillas que finalmente
obtuvo la victoria para los jesuitas ganando ese territorio “para la
corona española”.
El provincial jesuita Francisco de Roux liderando una marcha contra el presidente Alvaro Uribe
¿Por qué no movieron sus influencias para que el rey
de Portugal los dejara seguir con su negocio..?
Pues porque el primer
ministro de Portugal, el marqués de Pombal, a pesar de ser discípulo de
jesuitas, había acogido ideas de filósofos franceses e ingleses que eran
contrarios al papado. Poco después de finalizada la guerra en Paraguay,
el marqués expulsó a todos los jesuitas de Portugal y sus dominios, y
logró que el papa Benedicto XIV investigara a la Compañía de Jesús.
El error de los Jesuitas en Paraguay,
dejándose llevar por su codicia, tuvo fuertes repercusiones en Europa
que llevó a la Orden al borde de su desaparición. Lo de Portugal tuvo un
efecto dominó. En Francia se confiscaron sus propiedades, en España los
Borbones prohibieron todos los establecimientos de los jesuitas en la
península y en sus colonias. Los gobiernos de Parma, Nápoles y Malta los
desterraron. El rey Carlos III apresó a 6.000 jesuitas y los envió al
papa Clemente XIII quien estaba siendo presionado por las principales
cortes europeas para que suprimiera la Orden. “Por fortuna” para los
jesuitas, cuando el papa Clemente XIII estaba a punto de acceder a esa
exigencia, y había ya convocado un consistorio donde anunciaría a los
cardenales su decisión de suprimir definitivamente la Orden, el
pontífice murió envenenado.
Pero el papa Clemente XIV, el sucesor
del difunto, finalmente firmó la disolución en 1773. Poco después, este
papa también murió envenenado.
Plantaciones esclavistas de los jesuitas en Martinica
Así, los jesuitas, aunque legalmente no
existían, siguieron funcionando en Rusia, el único país que no los había
proscrito. Conocido es de todos que el zar era defensor de la libertad
religiosa. Los jesuitas lo enfrentaron por este motivo, buscando que la
educación de los rusos quedará en sus manos. Lograron convertir al
catolicismo a varios miembros de la familia del zar, y algunos de sus
ministros, y todo esto llevó al zar a firmar el decreto que los
expulsaba de Rusia, en diciembre de 1815. Finalmente, en 1820 los
desterraron de toda Rusia. Pero ellos juraron volver. Como en efecto lo
hicieron vengándose sobre la casa del zar: trajeron la revolución
bolchevique a Rusia y sumieron al valiente pueblo ruso en la esclavitud
socialista, misma que habían ensayado ya en Paraguay.
Los jesuitas en el siglo XIX.
Durante
los años de su proscripción, los jesuitas permanecieron en el anonimato
y se mezclaron con el clero común y con otras órdenes, lo cual los
ayudó a sobrevivir. Siguieron viviendo en Francia, Austria, España e
Italia. En 1794, en Bélgica, fundaron la Sociedad del Sagrado Corazón,
un cuerpo docente, e instituyeron órdenes alternas, como la de los
Hermanos de la Fe, que en 1799 se fusionarían, uniéndose a su vez con
los jesuitas rusos. Poco a poco fueron cobrando vida de nuevo, para
desventura de las naciones.
Napoleón I, coronado
La Revolución Francesa le dio un nuevo
aire a la Compañía de Loyola. Las monarquías, temerosas de que lo
sucedido en Francia les ocurriera a ellos, recurrieron de nuevo a los
jesuitas ya que sabían de sus capacidades para manipular a las masas. El
mismo Napoleón I, quien había prometido que bajo su imperio no habría
cabida para los jesuitas, una vez coronado como emperador, se valió de
la ayuda de ellos para el establecimiento de un sistema educativo que
mantuviera al pueblo sometido y alejado de las ideas revolucionarias
protestantes.
Los jesuitas idearon la famosa
“Congregación”, una hermandad precursora del Opus Dei, formada por
eclesiásticos y laicos prestantes que lograron colocarse en posiciones
influyentes en el ejército, la docencia, la administración, el comercio y
la magistratura. La Congregación realizaba “misiones” a diferentes
partes, incitando al pueblo a la rebelión y a la defensa armada de los
intereses del papa. Cualquier parecido con el partido comunista
clandestino colombiano, no es mera coincidencia.
En resumen, durante todo el siglo XIX,
la Orden sufrió muchos altibajos. Fue expulsada y restituida varias
veces en diferentes países. Donde quiera que los defensores de la
mentalidad liberal ganaban el poder político, de allí eran expulsados;
pero si ganaban los conservadores, nuevamente eran reestablecidos.
En países donde el protestantismo era
mayoría, increíblemente los jesuitas vivían en relativa calma. Y esto se
debía a que en esas naciones esa maléfica organización no podía –en esa
época- ejercer control político ni financiero. Estos países donde
permanecieron sin ser molestados fueron: Estados Unidos, Inglaterra,
Suecia y Dinamarca.
Pero en estos países los jesuitas
también encontraron la forma de influir. Paulatinamente, de manera
serpentina, desplegaron una actividad constante y fructífera, gracias a
que no eran restringidos por la ley, y penetraron todos los estamentos
religiosos, políticos y económicos de estas naciones protestantes.
John Adams, el presidente de la Unión, le escribió en 1816 a Thomas Jefferson: “Muchos
de ellos se presentarán bajo más disfraces de los que haya usado jamás
un jefe de los bohemios: como impresores, escritores, editores, maestros
de escuela, etc. Si alguna asociación de personas ha merecido
condenación eterna en esta tierra y en el infierno, es esta Sociedad de
Loyola. Sin embargo, debido a nuestro sistema de libertad religiosa,
sólo podemos ofrecerle refugio”.
John Adams
Los temores de Adams estaban
justificados. Los jesuitas, cien años después, ya controlaban la
política estadounidense, colocando presidentes que han servido a sus
fines, como Clinton, Roosevelt, Barack Obama y otros más de los cuales
ya hablaremos. Los jesuitas lograron, gracias a su control sobre la
educación de Sudamérica y otras partes del mundo, que los niños y
jóvenes odiaran todo lo que encarnaba el ideal de la Constitución de los
Estados Unidos: las libertades individuales.
No es gratuito el odio visceral hacia todo lo que tenga color gringo. Y
es que esta tenebrosa orden, controlando los grandes capitales
norteamericanos, ha hecho que sus empresas siembren el terror y exploten
la mano de obra de latinoamericanos en nuestra propia tierra logrando
el objetivo doble de lucro para ellos y odio hacia el pueblo
norteamericano común y sus ideas protestantes. Ese es el modus operandi
de ellos.
Así, en el siglo XIX, la Orden pudo
mantener su control en los sistemas educativos de los países bajo su
influencia. En la próxima entrega haremos un paréntesis de la situación
de los jesuitas en el mundo, y veremos qué sucedía en Colombia después
de la guerra de Independencia.
Fuente: http://www.periodismosinfronteras.org/historia-del-socialismo-ii-el-papel-de-los-jesuitas.html
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¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación? Jesucristo: Dios con nosotros, quien vino a morir por nuestros pecados y nuestra maldad; quien resucitó al tercer día y vuelve en breve según su inquebrantable promesa. Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.