Plantando Iglesias bajo la Gracia
El Dispensacionalismo es un sistema teológico cristiano que afirma que Dios ha empleado diferentes medios de administración de sus planes en diferentes períodos de la historia humana, donde ha demostrado su gracia.
Lo distintivo es que Israel y La Iglesia como cuerpo del Señor Jesús no forman un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes. Su primer exponente fue John Nelson Darby y sus mayores exponentes Lewis Sperry Chaper, Cyrus Ingelson Scofield y Hal Lindsey. Estos hombres se encargaron de enseñar lo que se conoce hoy en la escritura como dispensación o dispensacionalismo dividendo los tiempos, los pueblos y la segunda venida del Mesías. Jesús de Nazaret. La palabra dispensación o dispensacionalismo viene del Griego, en la concordancia Strong G2842 que traduce Koinonía de la raíz G2844 que significa sociedad, i.e (lit) participación, interacción (social) o beneficio (pecuniario): ayuda, compañerismo, comunión, contribución, dispensación, ofrenda, participación, participar. Según Scofield hay siete dispensaciones: Inocencia, Conciencia, Gobierno Civil, Promesa, Ley, Gracia y reino. La palabra dispensación nunca significa un “periodo de tiempo”, sus raíces Griegas son diakonia o servicio (2 Cor 3:7-9)
y Oikonomia o administración, comisión, encargo (1 Cor
9:17; Ef 1:10; 3:9; Col 1:25). (Dispensacionalismo Hoy de Ryrie, páginas 6-13).
El Dispensacionalismo
El siguiente material (un extracto como se puede apreciar) es un resumen del libro: “Major Bible Themes” [‘Grandes Temas Bíblicos’] escrito por Lewis Sperry Chafer y revisado por John F. Walvoord[1].
Utilizaré esta fuente porque L. S. Chafer es reconocido como uno de los primeros líderes más influyentes del Dispensacionalismo en EEUU. Fue el fundador del Seminario Teológico de Dallas. El Dr. John F. Walvoord, el segundo presidente ya retirado del mismo seminario, es probablemente el mejor representante del Dispensacionalismo como se entiende hoy en día. Ya que el Dispensacionalismo no tiene un credo universalmente aceptado, este libro en particular podría representar la autoridad más ampliamente aceptada [del Dispensacionalismo] tanto del pasado (Chafer), como del presente (Walvoord). Todos los énfasis son míos a menos que se indique lo contrario.
Walvoord hace hincapié en la importancia del Dispensacionalismo:
En el estudio de las Escrituras es importante entender que [1] la revelación escritural se divide en períodos bien definidos. [2] Estos están claramente separados, y el reconocimiento de estas divisiones y de sus propósitos divinos constituyen uno de los factores importantes para la verdadera interpretación de las Escrituras. [3] Estas divisiones se conocen como “dispensaciones”, y en períodos de tiempo sucesivos se pueden observar diferentes dispensaciones.
Es probable que el reconocimiento de las dispensaciones arroje más luz sobre el mensaje total de las Escrituras que ningún otro aspecto del estudio bíblico. (p. 126).
Chafer y Walvoord definen la palabra dispensación de la siguiente manera:
Una dispensación puede definirse como una etapa en la revelación progresiva de Dios y que constituye una administración o regla de vida distintiva. Aunque el concepto de dispensación y de era [o época] en la Biblia no son precisamente iguales, es obvio que cada período tiene su dispensación. (p. 126)
Scofield define la palabra dispensación de esta manera:
Una dispensación es un período de tiempo
durante el cual el hombre es probado con respecto a su obediencia a alguna
revelación específica de la voluntad de Dios[2].
Las diferentes dispensaciones son fundamentales para probar a todos los hombres su verdadera culpabilidad delante de Dios. Los diferentes periodos de prueba son necesarios a fin de "toda boca se cierre”.
La relación del hombre con su Creador no
es la misma en todas las edades. Ha sido necesario someter a prueba por
parte de Dios al hombre caído. Esto, en parte, ha sido el propósito de
Dios a través de las edades, y el resultado de las pruebas afrontadas por
el hombre ha sido en cada caso una incuestionable demostración tanto del absoluto fracaso como de la pecaminosidad
del hombre. Y en el día final, toda boca se cerrará, porque a través
de centurias de experiencia se habrá comprobado la maldad e insensatez de las
intenciones del corazón humano. (p. 127) [3].
Cada dispensación comienza, por lo tanto, con el hombre divinamente establecido en una nueva posición de privilegio y responsabilidad, y termina con el fracaso humano que trae como consecuencia la manifestación del justo juicio de Dios. Si bien es cierto que existen algunos factores inamovibles, tales como el carácter santo de Dios, que por necesidad permanecen iguales en cada era, existe una variedad de instrucciones y responsabilidades que se limitan, en cuanto a su aplicación, a cierto período limitado (p. 127).
En las dispensaciones Dios ha demostrado
que ha tratado con el hombre en todas las formas posibles. En
cada dispensación el hombre falla y sólo la gracia de Dios es suficiente. En
las dispensaciones se cumple el propósito de Dios de manifestar Su gloria,
tanto en el mundo natural como en la historia del hombre. En la eternidad nadie
podrá cuestionar si Dios podría haber dado al hombre otra oportunidad para
alcanzar la salvación o la santidad por medio de su propia capacidad[4].
El conocimiento de las dispensaciones es, por consiguiente, la clave
para entender el propósito de Dios en la historia y el despliegue de la
Escritura la cual registra los tratos de Dios con el hombre y la revelación
divina acerca de Sí mismo (p. 136).
Estos son los principios básicos del Dispensacionalismo:
En el estudio de las siete
dispensaciones hay ciertos principios esenciales para entender esta enseñanza.
El dispensacionalismo se deriva de una interpretación normal o literal
de la Biblia. Es imposible interpretar la Biblia en su sentido normal-literal
sin darse cuenta de que hay diferentes eras y diferentes dispensaciones. Un
segundo principio es el de la revelación progresiva, esto es, el hecho
reconocido por prácticamente todos los estudiantes de la Escritura de que la
revelación es dada por etapas. Tercero, todos los expositores de la Biblia
necesitarán reconocer que la revelación posterior supera en cierto grado a la revelación
anterior con un cambio resultante en reglas de vida en las que demandas anteriores
pueden ser cambiadas o modificadas y nuevos requisitos son añadidos. Por
ejemplo, mientras que Dios mandó a Moisés matar un hombre por juntar leños en
un sábado (Núm. 15:32-36), ninguno aplicaría este mandamiento hoy porque
vivimos en una dispensación diferente (p. 128).
La mayoría, aunque no todos los dispensacionalistas, creen en siete dispensaciones. A continuación se presenta el bosquejo de Chafer y Walvoord:
A. Dispensación de la inocencia: Era
de Libertad. [Comienza en Gen. 1:26,27 y termina en Gen. 3:6] (p. 129).
B. Dispensación de la conciencia:
Era de la determinación humana. [Comienza en Gen. 3:7 y termina en Gen. 8:19]
(p. 129).
C. Dispensación del gobierno humano:
Pacto con Noé. [Comienza en Gen. 8:20 y termina a las Gen. 11:9] (p. 130).
D. Dispensación de la promesa: Pacto
con Abraham. [Comienza en Gen. 11:10 y termina en Ex. 19:2] (p. 131).
E. Dispensación de la ley: [La
nación de Israel] [comienza en Ex. 19:3 y termina en Hechos 2 en el día de
Pentecostés] (p. 133).
En un sentido la dispensación de la ley
terminó en la cruz (Ro. 10:4; 2 Co. 3:11-14; Gal. 3:19, 25). Pero en otro
sentido no concluyó hasta el día de Pentecostés, cuando comenzó la Dispensación
de la Gracia; aunque la ley finalizó como una regla específica de vida,
continúa siendo una revelación de la justicia de Dios y puede ser estudiada con
provecho por los cristianos para determinar el carácter santo de Dios. Los principios
morales en los que se basa la ley continúan, puesto que Dios no cambia;
pero los creyentes hoy día no están obligados a guardar los detalles de la ley,
dado que la dispensación ha cambiado y la regla de vida dada a Israel no
es la regla de vida para la iglesia. Aunque puedan hacerse muchas aplicaciones
de la ley, una interpretación estricta de esta relaciona a la Ley de Moisés
sólo con Israel (p. 134).
F. Dispensación de la Gracia: [La Iglesia] [Comienza en Hechos 2 y termina en el Rapto de la Iglesia].
La dispensación de la gracia fue dada sólo a la iglesia…Sin embargo, bajo la gracia el fracaso también fue evidente dado que la gracia no produjo ni la aceptación universal de Cristo ni una iglesia triunfante…
La dispensación de la gracia termina con el arrebatamiento de la
iglesia, el cual será seguido por el juicio de la iglesia profesante (Ap.
17:16). La era de la gracia es una dispensación diferente en el sentido de que
se ocupa de la iglesia, la cual se compone de creyentes judíos y gentiles. Por contraste, la
ley de Israel era solamente para Israel, el gobierno humano era para el mundo
entero, y la era de la conciencia se extiende a toda la gente. En la presente
dispensación la ley mosaica está
completamente cancelada en cuanto a
su aplicación inmediata, pero continúa para testificar de la santidad de
Dios y provee muchas lecciones espirituales por medio de su aplicación… Aunque
todas las dispensaciones contienen un elemento de gracia, la dispensación de la
gracia es su suprema manifestación tanto
en el cumplimiento de la salvación recibida como en su regla de vida (p. 135).
G. Dispensación del Reino: [El
Milenio] [Comienza con la segunda venida de Cristo… y] termina con la
destrucción de la tierra y del cielo por fuego, y le continúa el estado eterno
(Ap. 21-22), (p. 136).
La dispensación del reino comienza con la segunda venida de Cristo (Mt.
24; Ap. 19) y es precedida por un período de tiempo en el cual se incluye la
tribulación, el cual hasta cierto grado es un período transitorio (p. 136).
En el reino milenial, la gracia divina también se revela en el cumplimiento del Nuevo Pacto (Jer.
31:31-34), en cuanto a la salvación (Isa. 12), la prosperidad física y temporal
(Isa. 35), la abundancia de la revelación (Jer. 31: 33- 34), el perdón de
pecados (Jer. 31:34) y en el reagrupamiento de Israel (Isa. 11:11-12; Jer.
30:1-11; Ez. 39:25-29), (p. 136).
La dispensación del reino difiere de todas las dispensaciones anteriores en que es la forma final de la prueba moral. Las ventajas de la dispensación incluyen un gobierno perfecto, la presencia no mediada y gloriosa de Cristo, el conocimiento universal de Dios y de los términos de la salvación y Satanás reducido a un estado inactivo. En muchos puntos la dispensación del reino es el clímax y trae a su consumación los tratos de Dios con el hombre (p. 136).
[1] Lewis Sperry Chafer, revisado por John F. Walvoord, Major Bible Themes (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1974)
[2] Editada por C.I. Scofield, La Primera Biblia de Referencia Scofield, (Westwood: Barbour and
Company, Inc., 1986), p. 5.
[3] Pablo muestra que todos los hombres sin excepción son culpables
ante Dios (Ro. 1:18-3:19) sin hacer referencia a la necesidad de dispensaciones
para probarlo.
[4] ¿No es posible que alguien que vivió en la segunda o tercera
dispensación alegara que no tuvo tanta oportunidad como aquel que tuvo la
revelación adicional de la quinta o sexta dispensación? ¿No fue este el
argumento del hombre rico en Lucas 16:27-31 con base en esta misma premisa?
Fuente: http://plantandoiglesiasbajolagracia.blogspot.com.ar/
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