John C. Ryle
1. Hay un innegable celo de algunos de los maestros de error: su “fervor” hace que muchos piensan que deben estar en lo cierto.
2. Hay una gran apariencia de aprendizaje y conocimiento teológico: muchos imaginan que estos hombres inteligentes e intelectuales seguramente debe ser guías seguras.
3. Hay una tendencia general a la libertad de pensamiento y la libre investigación en estos últimos días: a muchos les gusta demostrar su independencia de criterio, creyendo novedades.
4. Hay un deseo muy extendido de parecer caritativo y de mentalidad liberal: muchos parecen medio avergonzados de decir que todo el mundo puede estar en el error.
5. Hay una cantidad de medias verdades enseñadas por los modernos maestros falsos: están incesantemente utilizando términos y frases bíblicas en un sentido no Bíblico.
6. Hay un deseo morboso en la opinión pública por un ceremonial sensacional, adoración más sensual, llamativa: los hombres son impacientes del trabajo interior que es invisible.
7. Hay una disposición tonta en todas las direcciones a creer a todo que hable inteligentemente, con amor y fervor, y la determinación de olvidar que Satanás se disfraza a menudo a sí mismo “como un ángel de luz” (2 Cor. 11:14).
8. Hay una muy extendida “credulidad” entre los cristianos profesos: cada hereje que cuenta su historia plausible es seguro que sera creído, y todo el mundo que lo pone en duda es llamado un perseguidor y un hombre de mente estrecha.
Todas estas cosas son síntomas peculiares de nuestro tiempo. Yo desafío a cualquier persona observante a que los niegue. Ellos tienden a hacer que los ataques de falsa doctrina en nuestro día particularmente peligrosos. Se hace más que nunca necesario clamar en voz alta: “No os dejéis llevar!
Fuente:
https://www.facebook.com/SanaDoctrinacontralaApostasia?fref=nf
________________________