viernes, 24 de marzo de 2017

NUESTRA JUSTICIA NO DEPENDE DE NOSOTROS



Jean Cauvin
(conocido en los países de habla hispana como Juan Calvino)


Expliquemos primero el significado de las expresiones ser justificado ante los ojos de Dios, ser justificado por fe o por obras. Decimos que alguien es justificado ante los ojos de Dios cuando Dios juzga que es justo y acepto debido a su justificación. Porque la iniquidad es abominable para Dios, de modo que el pecado no puede encontrar gracia ante él mientras es y sea considerado pecador. Por lo tanto, dondequiera que haya pecado, está también la ira y venganza de Dios. 






Por otro lado, es justificado aquel que se considera no pecador, sino justo, y como tal queda absuelto ante el tribunal de Dios, donde todos los pecadores son condenados. Igual que un hombre inocente, cuando se le presentan cargos ante el juez imparcial quien decide de acuerdo con su inocencia, se dice que es justificado por el juez, así también se dice que es justificado por Dios cuando, quitado del catálogo de los pecadores, tiene a Dios como el Testigo y Abogado de su justicia. De la misma manera, se dice que es justificado por obras, si en su vida puede encontrarse una pureza y santidad que amerita un testimonio de justicia ante el trono de Dios, o si por la perfección de sus obras puede responder y satisfacer la justicia divina. 

Por el contrario, el hombre será justificado por la fe cuando, a exclusión de la justicia de las obras, se apropia de la justicia de Cristo y vestido en ella aparece ante Dios no como un pecador, sino como justo. Por lo tanto, sencillamente interpretamos la justificación como la aceptación con la que Dios nos recibe como objetos de su favor, tal y como si fuéramos justos. Y afirmamos que esta justificación consiste en el perdón de los pecados y la imputación de la justicia de Cristo.

Consideremos ahora la verdad de lo que dijimos en la definición, es decir, que la justificación por la a definición fe es la reconciliación con Dios y que esto consiste exclusivamente en la remisión de pecados. Tenemos que volver siempre a los axiomas de que la ira de Dios alcanza a todos los hombres mientras sigan siendo pecadores.

Isaías lo expresa elegantemente con estas palabras: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Isa. 59:1-2). Nos dice aquí que el pecado es una separación entre Dios y el hombre, que su rostro se aparta del pecador y que no puede ser de otra manera, pues asociarse con el pecado es contradictorio a su justicia. De ahí que el Apóstol muestra que el hombre está enemistado con Dios mientras no se reconcilie por medio de Cristo (Rom. 5:8-10). Por lo tanto, cuando el Señor lo acepta como suyo, se dice que lo justifica, porque no puede reconciliarse ni unirse con él sin cambiar su condición de un pecador a la de un hombre justificado. Agrega que esto se lleva a cabo por la remisión de pecados.

Pues si aquellos que han sido reconciliados por el Señor son evaluados por las obras, en realidad siguen siendo pecadores, cuando debieran ser puros y libres de pecado. Por lo tanto, es evidente que la única manera como aquellos que Dios adopta son hechos justos es cuando sus contaminaciones son borradas por la remisión de pecados. De modo que esta justificación puede ser expresada como: la remisión de pecados.

Ambas cosas mencionadas son expresadas con perfecta Ambas cosas mencionadas son expresadas con perfecta claridad por Pablo s son expresadas con perfecta claridad por Pablo: “ claridad por Pablo Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”. Luego agrega la suma de su misión: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Cor. 5:19-21). El Apóstol usa aquí justicia y reconciliación indiscriminadamente, para hacernos comprender que la una incluye a la otra. Explica que la manera de obtener esta justicia es que nuestros pecados no nos sean imputados. Por lo cual, de ahora en adelante no podemos dudar cómo Dios nos justifica cuando nos dice que nos reconciliará con él mismo por medio de imputar nuestras faltas.

De la misma manera, en la epístola a los Romanos da prueba, por el testimonio de David, que la justicia es imputada sin obras porque declara que es bienaventurado el hombre “cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos” y “a quien Jehová no culpa de iniquidad” (Rom. 4:7; Sal. 32:1-2). En ese caso no cabe duda que usa la palabra bienaventurado para expresar justicia; y como declara que consiste del perdón de los pecados, no hay razón para que nosotros la definamos de otra manera. Del mismo modo, Zacarías, el padre de Juan el Bautista, expresa en su cántico que el conocimiento de la salvación consiste en el perdón de los pecados (Luc. 1:77). Lo mismo hizo Pablo, cuando hablando al pueblo de Antioquía les dio un resumen de la salvación.

Lucas declara que concluyó de esta manera: “Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree” (Hech. 13:38-39). Así que el Apóstol conecta el perdón de los pecados con la justificación en una forma que demuestra que son totalmente lo mismo. Y, por consiguiente, argumenta correctamente que la justificación, que debemos a la indulgencia de Dios, es gratuita.

Tampoco debiera parecer extraño el modo de expresarse diciendo que los creyentes son justificados ante Dios no por obras, sino por aceptación gratuita, viendo que se usa frecuentemente en las Escrituras y a veces también por los escritores de la antigüedad. Agustín3 dice: “La justicia de los santos en este mundo consiste más en el perdón de los pecados que en la perfección de la virtud”4 . Con esto coincide el bien conocido sentimiento de Bernardo5 : “No pecar es la justicia de Dios, pero la justicia del hombre es el deleite de Dios”6. Anteriormente afirma que Cristo es nuestra justicia por absolución 7 , y por lo tanto, son justos únicamente aquellos que han obtenido perdón por misericordia.

De allí que también es prueba de que es enteramente por la intervención de la justicia de Cristo que o por la intervención de la justicia de Cristo que obtenemos justificación delante de Dios. Esto es equivalente justificación delante de Dios. a decir que el hombre no es justo en sí, sino que la justicia de Cristo le es transmitida por imputación, cuando realmente merece el castigo. Esto da por tierra con el dogma absurdo de que el hombre es justificado por fe, en la medida que lo coloca bajo la influencia del Espíritu de Dios por quien es hecho justo. Esto es tan contrario a la doctrina anterior que jamás puede reconciliarse con ella. No puede haber duda de que aquel que es enseñado a buscar la justicia en sí mismo, no la posee él mismo. El Apóstol declara claramente esto cuando dice que el que no conoció pecado fue hecho una víctima expiatoria por el pecado, a fin de que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Cor. 5:21).

Vemos que nuestra justicia no está en nosotros, sino en Cristo. La única manera como podemos poseerla es ser partícipes de Cristo, dado que con él poseemos toda riqueza. No hay nada contradictorio en esto según dice en otro lugar: “Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros” (Rom. 8:3-4). El único cumplimiento al cual se refiere aquí es el que obtenemos por imputación.

Nuestro Señor Jesucristo nos transmite su justicia, y de algún modo milagroso en lo que se relaciona con la justicia de Dios nos inyecta su poder. Que esta era la creencia del Apóstol se hace muy claro en otra postura que había expresado un poquito antes: “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos” (Rom. 5:19). Declarar que somos justos exclusivamente porque la obediencia de Cristo nos es imputada como si fuera de nosotros, es colocar nuestra justicia bajo la obediencia de Cristo.

Por lo cual, me parece a mí, que Ambrosio nos llama elegantemente la atención a la bendición de Jacob como una ilustración de esta justicia cuando dice que él no merecía la primogenitura, que simuló ser su hermano, se puso su ropa que emanaba un aroma placentero, y así se presentó ante su padre a fin de recibir una bendición para su propio beneficio, aunque pretendiendo ser otro.

Agrega que así nos ocultamos nosotros bajo la preciosa pureza de Cristo, nuestro Hermano primogénito, a fin de obtener evidencia de justicia ante la presencia de Dios. Estas son las palabras de Ambrosio: “El que Isaac oliera el aroma de su ropa, quizá signifique que somos justificados no por obras sino por fe, ya que la debilidad carnal impide nuestro obrar, pero los errores de la conducta son cubiertos por la intensidad de la fe, que amerita el perdón de las faltas”9 . 

Y por cierto que así es, porque a fin de aparecer ante la presencia de Dios para salvación, tenemos que emanar la fragancia de un aroma, habiendo cubierto y sepultado nuestros pecados por medio de su perfección. 


(Institución de la religión cristiana), III. xi. 2, 21-23.





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lunes, 20 de marzo de 2017

QUE ES Y QUE SIGNIFICA EL "ARMAGEDÓN"?...



José Grau


El vocablo «Armagedón» viene de Megido (monte, o meseta de Megido), ciudad de Israel que se menciona varias veces en el Antiguo Testamento. Lo encontramos, por ejemplo, en Jueces 4:2-3, cuando Israel se hallaba oprimido por el cananeo Jabín. 






Las huestes de este rey saqueaban frecuentemente, sin piedad, los sembrados y cosechas de los israelitas. Tan numerosas eran estas hordas cananeas, que los judíos llegaron a tener miedo de salir siquiera a los caminos (Jue. 5:6).

El monarca cananeo y su general Sisara eran fuertes, y los oprimidos israelitas no podían hacer nada. ¿Qué hubieran podido ellos contra los novecientos carros de combate, bien herrados, de los cananeos?.

Apenas si tenían escudo o lanza (Jue. 5:8). De pronto, surge una mujer valiente; Débora. Ella sabe bien que, humanamente hablando, Israel no puede obtener ninguna victoria contra los cananeos, pero sabe también que Jehová sí Puede (Jue. 4; 5). Un día, Débora se presenta a Barac, el Juez, y le dice: «Levántate, porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sisara en tus manos...» (Jue. 4:14).

Viene luego la batalla.

¿En qué lugar?

En Megído (Jue. 5:19), donde todos los enemigos de Israel son derrotados. Jehová mismo aplasta a los opresores del pueblo de Dios (Jue. 5:21).

Armagedón es, pues, el símbolo de todas las batallas en las que el Señor manifiesta su poder cuando, humanamente hablando, el pueblo de Dios no tiene salida posible y se encuentra totalmente indefenso y oprimido.
Pero también se nos anuncia para el final de los tiempos una decisiva y última batalla de Armagedón, que coincide con aquel período en que Satanás será «desatado un poco de tiempo» (Apoc.11:7-11).

Cuando el mundo, bajo la dirección de Satanás, de un fuerte poder anticristiano y de la religión universal anticristiana profetizados por el Apocalipsis ―el dragón, la bestia y el falso profeta―, se halle presto para lanzarse contra la Iglesia y devorar lo poco que quede de ella, cuando los hijos de Dios sean perseguidos sin piedad oprimidos por todas partes, cuando clamen por socorro y parezca que los cielos los han abandonado, entonces justamente aparecerá Cristo, de repente, sobre las nubes de gloria, para liberar a su pueblo.

Dicha aparición final, con la intervención del Señor en favor de su pueblo, es lo que el Apocalipsis entiende por Armageáón. 

Será el conflicto decisivo entre las fuerzas de la impiedad y las de la justicia.



Libro en PDF "Escatologia final de los tiempos" -Jose Grau- :  

http://www.elolivo.net/LIBROS/Lacueva-CFTE-07-Escatologia-1-Amilenial.pdf




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jueves, 16 de marzo de 2017

SON CASUALES LAS FORMAS DE LOS "RETIROS ESPIRITUALES" AL ESTILO PENTECOSTAL CON UN FUERTE CONTENIDO METAFÍSICO? (nada es casual): LOS PODERES PSÍQUICOS DEL SATANISTA IGNACIO DE LOYOLA...



Alberto Gutiérrez


Si estás pensando en tomar los llamados "Ejercicios Espirituales" [en el ambiente católico] o "Encuentros o Retiros Espirituales" [en el ambiente evangélico de estilo G12 dónde se manejan las llamadas regresiones mentales al pasado, la oración contemplativa, etc.], considera primero la siguiente información:

Los encuentros o retiros espirituales —como le prefieren llamar otras iglesias o concilios involucrados— tienen su origen en la iglesia católica romana; aunque muchas de las prácticas también están fuertemente vinculadas a los rituales budistas o religiones mentalistas del Oriente.






Su práctica tiene mas de quinientos años, y su principal fundador fue el fraile español Ignacio de Loyola. Y que a raíz de esos ejercicios espirituales —como inicialmente se les llamó— fue que nació la tenebrosa orden jesuita, fundada en el año de 1528.

Desde entonces, los jesuitas construyeron las conocidas “casas de retiros”, donde los sacerdotes y monjas católicas acudían para hacer los mencionados ejercicios espirituales. Fue en estos primero encuentros donde Ignacio de Loyola estableció el código de silencio, o “PACTO DE SILENCIO”; es por eso que hasta hoy en día, un sacerdote jesuita, o recluta jesuita, prefieren morir antes que revelar el pacto de silencio que juro en dicho retiro.

Pero para fundamentar estos dichos acudamos directamente a la historia de Iñigo (Ignacio de Loyola), la fundación de la Orden Jesuita y evaluemos como desde un principio el elemento psicólogico y mental estuvo presente en este movimiento católico y que funcionó como un método de control de las conciencias tanto de los subordinados como de aquellas personas que se someten a tales encuentros y ejercicios llamados espirituales.

Veamos...

En el libro "La Senda de los Jesuitas" de Phillip Muller y en el libro "Los Jesuitas, su Doctrina en Espíritu y en Práctica" podemos encontrar la historia de la Orden de los Jesuitas. Encontramos que "Iñigo"(nombre de pila de Ignacio de Loyola), padre de la Orden nació en el valle de Loyola en el norte de España. Aquí él nació en una familia rica y acaudalada. Hoy en día en aquel lugar se halla un enorme monasterio de los Jesuitas, y en su magnífica capilla se ilustra cuanto ellos honran a este hombre y es una muestra de la riqueza de esta Orden.

Es en el castillo próximo al monasterio el lugar en que nació Ignacio. Cuando él era joven, era una persona violenta y brutal. Los registros policiales de aquella época dicen que era violento, vengativo y peligroso. Él era un joven orgulloso y estuvo envuelto en muchos de los pecados y crímenes de la época. Él quería llegar a ser un gran comandante.

Pero desafortunadamente, en una batalla contra los Franceses en Pamplona, le dispararon en una de sus piernas, por lo que ahora sus planes para el futuro de lograr ser un gran militar se acabaron. Sus valores evolucionaron. Y comenzó a leer libros sobre santos y sobre la vida de Jesús. Ignacio estaba fascinado con los libros sobre santos y sobre los milagros que ellos realizaban. Él visionó a Cristo como un gran comandante. Y entonces él, ahora, como un santo, decidió capturar al mundo para Jesucristo.


FUE ENTONCES CUANDO TUVO UNA CRISIS NERVIOSA.

ESTE CONCEPTO ILUSTRA LA CONDICIÓN EN LA QUE SE HALLABA SU MENTE.


Ahora, como un lisiado, viajó por España hasta los montes de Montserrat, en donde había un santuario ancestral, y fue en aquel santuario dónde se encontraba una imagen muy sagrada de la Iglesia Católica. Esta imagen era la llamada "Virgen Negra de Montserrat". En esta iglesia, Ignacio pasó tres días confesándose, Y NOCHES COMPLETAS PARADO FRENTE A ESTA ESTATUA CONTEMPLÁNDOLA.

Se encomendó al niño Jesús y a María. Y allí se determinó a viajar hasta Jerusalén. Y estando en Jerusalén se determinó a conquistarla de las manos del mundo musulmán para Jesucristo. Todo el poder de Roma no pudo hacerlo, pero ahora él lo haría.

Pero en su viaje descubrió que no podía ir dado que Barcelona estaba sitiada por la plaga. Por lo que se tuvo que quedar en este pequeño pueblo llamado Manresa por 10 meses. Allí en aquel pueblo, apenas al ingresar hoy en día, podemos encontrar una monstruosa institución de los Jesuitas construída sobre el lugar donde Ignacio se hospedó. Fue en una cueva en la cual durante diez meses IGNACIO TORTURÓ SU CUERPO Y SU MENTE HASTA QUEDAR EXHAUSTO.

Y entonces COMENZÓ A TENER SUEÑOS Y VISIONES. Él declaró que la doctrina secreta de la Iglesia Católica le fue revelada en esta cueva. En su ojo EL VIO LUCES RESPLANDECIENDO. Y él creyó que María y Jesús descendieron en forma de luz. Y que ÉL VIO A SATANÁS EN UNA ESPIRAL COMO UN OJO Y CON LUCES FRENTE A ÉL. Y EL CREYÓ QUE PERSEGUÍA A SATANÁS COMO UN PERRO TRAS UNA VARA. Y tanto estos como otros fascinantes conceptos creía haber visto él.

Pero él declaró que estas enseñanzas que recibió fueron el fundamento de su movimiento completo. Y así comenzó el origen de sus "Ejercicios Espirituales". Estas eran experiencias que el maestro Jesuita haría que los neófitos atravesaran y así dar a otras personas LA MISMA CLASE DE MENTE que Ignacio desarrollo mediante sus experiencias. Ellos eran llevados a través de estas experiencias y durante treinta días se les enseñaba QUE DECIR, QUE PENSAR, QUE SENTIR, QUE DECISIONES TOMAR, QUE IMAGINAR, y se extirpaba del novicio toda emoción humana a través de estas experiencias.

Ignacio finalmente recorrió su camino hasta Jerusalén, pero una vez allí, los monjes franciscanos le dijeron que "volviera a su hogar, que ellos no querían ningún problema con los musulmanes allí, que ya habian tenido suficiente de eso". Entonces, volvió sus pasos hasta Barcelona y durante aquel tiempo les enseñó a algunos niños el latín.

Luego su camino lo llevó a un pequeño colegio en la ciudad de Alcala, al norte de Madrid. Aquí en el Colegio Mayor él comenzó sus estudios de teología. Una vez en aquel lugar él se unió a un grupo de hombres y mujeres y comenzó a enseñarles sus Ejercicios Espirituales en los cuales al practicarlos ellos SE DESMAYABAN Y GRITABAN Y SE CAÍAN AL SUELO.

Ignacio fue conocido durante el resto de su vida por sus "PODERES MÍSTICOS". En el Libro "La Teocracia Oculta" de Lady Queensborough, y en el libro "Sociedades Secretas de Todas las Épocas" de Charles Heckethorne aprendemos que durante aquella época existía una organización llamada "LOS ALUMBRADOS" o "LOS ILUMINATI" en España. La Inquisición determinó que Ignacio era un miembro de esta sociedad intelectual y ocultista y debido a ello fue encarcelado por la Inquisición.

Luego de su liberación viajó hacia Salamanca, hacia la gran universidad que se hallaba allí. Pero de nuevo, cayó bajo la sospecha de ser un "Alumbrado" y fue enviado hacia la Inquisición otra vez. Ahora, puesto en libertad otra vez viajó a la gran universidad de París, en Francia, y allí él se rodeó de inteligentes y jóvenes hombres A LOS CUALES CONTROLABA MEDIANTE EL PODER DE SU MENTE, y esto comenzó a ser la base de su Sociedad.

No muy lejos de aquella universidad ellos se dedicaron a sí mismos al Nuevo Orden de los Jesuitas allí en Montmartré. Hoy en día existe allí una inmensa capilla, la cual es una de las más magníficas capillas que podríamos ver en toda Europa, y está dedicada a la destrucción de la democracia y la libertad del mundo.

POR MEDIO DE MEDITACIÓN SISTEMÁTICA, ORACIÓN, CONTEMPLACIÓN, VISUALIZACIÓN E ILUMINACIÓN LOYOLA CAÍA EN TRANCE Y ÉXTASIS.
El fue visto levitar del suelo, como muchos Jesuitas completamente bajo los poderes de satanás, incluyendo a Alberto Rivera, ex-sacerdote Jesuita, quien nos cita esto.

LOYOLA UTILIZABA LA FILOSOFÍA, METAFÍSICA, LÓGICA, PSICOANÁLISIS, PSICOLOGÍA, HIPNOSIS, TELEPATÍA, PARAPSICOLOGÍA (HECHICERÍA CIENTÍFICA), PSIQUIATRÍA, PSICOTERAPIA; ÉSTAS QUE AHORA SON LLAMADAS CIENCIAS DE LA CONDUCTA.

Una vez Ignacio de Loyola vino bajo el poder del Vaticano, él puso su organización ocultista, ‘LOS ILLUMINATI’ bajo la cobertura de la institución Católica Romana. Los Illuminati secretamente se convirtieron en la rama más importante de la orden de los Jesuitas. Loyola sabía que eventualmente los Jesuitas Illuminati serían capaces de controlar la economía del mundo, la banca internacional, fuerzas militares, todas las ramas de la hechicería y brujería, y las religiones del mundo poniendo a la humanidad de rodillas para servir al papa.

Consideremos dos ejemplos gráficos de como el poder psíquico y mental descubierto por Loyola fue transmitido y practicado por sus seguidores Jesuitas:

► "Cuando (Francisco) Xavier (uno de los principales seguidores de Ignacio) fue una vez requerido por uno de sus pacientes para raspar uno de sus abcesos, y él se sintió algo delicado ante el asunto, ÉL COLOCÓ LA MANO DEL ENFERMO, QUE ESTABA CUBIERTA DE UNA MATERIA PURULENTA DENTRO DE SU PROPIA BOCA, PARA PODER LLEVAR SU AUTOCONTROL HASTA EL LÍMITE DE LAS PRUEBAS." [El Poder y Secreto de los Jesuitas, pág. 68 de Rene Fulop-Miller].

► Es sorprendente como aun en los tiempos más tempranos de ésta Orden sus hombres intentaban controlar sus emociones. "Rodríguez (otro discípulo de Ignacio) no hizo uso de su lugar de descanso, sino después de que, para castigarse a sí mismo por su debilidad, SE ACOSTÓ DESNUDO EN UNA CAMA LA CUAL, INMEDIATAMENTE ANTES, UN HOMBRE HABÍA MUERTO DE PEDICULOSIS, Y QUE AÚN REBOSABA INFECTA DE PULGAS ." [El Poder y Secreto de los Jesuitas, pág. 69 de Rene Fulop-Miller].

Volviendo expresamente al tema de los Encuentros o Ejercicios Espirituales debemos de decir que estos encuentros no crearon ningún encanto en la feligresía católica, puesto que esta práctica en un principio era solo para las personas íntimamente vinculadas al servicio total de la iglesia católica, como son los sacerdotes y monjas.

Fue hasta el año de 1928, cuando otro fraile español, llamado José María Escriba de Balaguer, fundara la famosa organización “Opus Dei” o Prelatura de la Cruz. Balaguer nunca imagino que con la creación de esta organización obtendría un éxito rotundo en la feligresía de las décadas siguientes, en especial en los setenta y ochenta con el surgimiento del llamado Movimiento de Renovación Carismática en el Espiritu Santo, la forma en que el Vaticano encontró la manera de evitar la deserción y el éxodo de millones de católicos a las filas del Protestantismo, sobre todo en América Latina.

Las practicas que realicen los católicos en sus encuentros, no es el tema de este estudio. Pero hablando del ambiente protestante evangélico es un hecho, que al hombre que se le da el crédito de haber introducido los famosos encuentros a la iglesia evangélica se llama César Castellanos; fundador de la organización con nombre católico: “Misión Carismática Internacional”. Por haber sido Castellanos el primero que introdujo la copia de los encuentros católicos a lo evangélico, se acreditó la franquicia total de la literatura, que transcribe casi igual los cursillos de la cristiandad del Opus Dei.

Esta franquicia le genero fuertes entradas económicas, convirtiéndose en uno de los hombres más adinerado del país de Colombia. Aunque el Sr. Castellanos alega que el Señor le revelo esta supuesta visión, ya sabemos que no es cierto; por el enorme parecido con los encuentros católicos, y por haber sido los católicos los primeros en implementar este tipo de prácticas secretas. Esto está debidamente documentado en innumerables escritos, tanto del Opus Dei, como de escritores cristianos.

El segundo hombre que introdujo con mucha influencia en la iglesia evangélica estos encuentros, fue el pastor Carlos Luna de Guatemala. Cabe mencionar que ambos hombres, Castellanos y Luna, muestran fuertes vínculos con el Vaticano, en verdad solo Dios sabe hasta dónde, y hasta que tipo de arreglos llegan esos vínculos; eso solo lo sabe Dios y ellos mismos.


PUNTOS QUE CARACTERIZAN ESTOS ENCUENTROS PARA QUE ESTÉS ALERTA:


● Primer punto: El completo hermetismo sobre la dirección o ubicación en donde se realizara el encuentro. El Encuentro es un retiro espiritual de 3 días, que se lleva a cabo después del Pre-Encuentro (1 mes después) Desde ese momento en que ninguno conoce o puede saber el lugar y se le mantiene en secreto, eso mismo ya huele mal, y de inmediato se vincula con el ocultismo. Jesús le respondió: —Yo públicamente he hablado al mundo. Siempre he enseñado en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto. San Juan 18:20.

A ninguno de los nuevos participantes, se les permite, no solo conocer el lugar del retiro, sino que también se le priva de asistir en su propio transporte. Todos ellos deben de llegar a un lugar de contacto, que generalmente es la iglesia que está liderando el famoso encuentro, en ese lugar todas las personas dejan sus vehículos y son llevados con mucho hermetismo al lugar del encuentro, por lo tanto su familia, jamás podrá saber en qué lugar se encuentra su ser querido.

Esta práctica es totalmente contraproducente y es abiertamente una práctica del ocultismo, y la misma Biblia, rechaza totalmente este tipo de acciones, tal como se puede leer en San Juan 18:20, donde Jesús, declara que él nunca ha hecho nada en oculto.

Pero también el propio apóstol Pablo rechazó abiertamente cualquier práctica que tuviera que ver con lo oculto: "Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios. Por el contrario, manifestando la verdad, nos recomendamos, delante de Dios, a toda conciencia humana." 2 Corintios 4:20.

● Segundo punto: Incomunicación con el exterior por tres días. Una vez que los encuentristas son puestos en un solo transporte, se procede a decomisar aparatos personales que los puedan distraer del lugar donde se llevara el encuentro. A las mujeres les ordena entregar sus bolsos, para poder quitarle cualquier cosa que ellos consideren que les pueda distraer, a todos se les decomisan sus teléfonos celulares y cámaras.

De esa forma ellos quedan incomunicados con el exterior. Por tres días consecutivos se les obliga mantener un silencio profundo, siempre están vigilados por dos líderes, aun si van al baño deben de estar vigilados, tienen que seguir fuertemente el régimen de disciplina implantado, es decir, que tienen que repetir y hacer exactamente lo que ellos les indiquen.

Al ex agente del FBI y ex miembro del servicio de inteligencia, el Sr. Max Herrera, se le preguntó en un programa radial cristiano sobre ese aislamiento por tres días a las personas, la pregunta fue: ¿Puede haber en esta práctica alguna implicación en las leyes estadunidenses? A lo que de inmediato respondió: “Esto es sumamente peligroso, pues automáticamente que a una persona se le aislé del exterior de su familia y se deja incomunicada, ya se le considera un secuestro, aunque la persona haya sido llevada voluntariamente”.

● Tercer Punto: Regresión (bajo el pretexto de sanidad interior). Quise buscar textualmente el significado de la palabra en el diccionario y esto es lo que dice: (Del lat. regressĭo, -ōnis). f. Retrocesión o acción de volver hacia atrás. || 2. Gram. derivación regresiva. || 3. Psicol. Retroceso a estados psicológicos o formas de conductas propias de etapas anteriores, a causa de tensiones o conflictos no resueltos.

Al analizar la practica de las regresiones, la investigación me llevo al USO DE LA HIPNOSIS [recuerde el origen jesuita de esta práctica dentro del contexto religioso], pues a la persona se le somete a un estado en el que va al pasado, para poder ella redescubrir la causa , por la cual él o ella ha sido un cristiano fracasado. Supuestamente a los encuentristas se les dice que esto es sanidad interior, pero esto es totalmente falso, y contradice las sagradas escrituras. La verdadera sanidad interior, que si existe, es la que comienza en el mismo momento en que la persona se entrega a Cristo Jesús, y prosigue hacia adelante en la nueva vida en Cristo Jesús, la verdadera sanidad interior no tiene nada que ver con la hipnosis.

HIPNOSIS: Estado de conciencia alterado que se caracteriza por una reducción de la atención y un incremento de la sugestión. La hipnosis se deriva del hipnotismo. Lo que automáticamente lo lleva a la hechicería.

La hipnosis es sumamente peligrosa, ya que la persona tiene que dejar su mente en blanco, para poder viajar a su pasado y procurar tener contacto con ese pasado, o con la persona que considere que es la fuente de su frustración, esto los lleva a la consulta con los muertos. La Biblia condena totalmente este tipo de prácticas ( Dt 18.9-12., Galatas 5:1., Apocalipsis 9:20-21.).

● Cuarto Punto: Psicodrama, técnica terapéutica que consiste en que el individuo interprete durante una representación teatral improvisada uno o más papeles relacionados con sus problemas existenciales, conflictos actuales o pasados, síntomas o fantasías.
En esta práctica, al participante en el encuentro, se le lleva a un salón especial, en algunos casos, es un cuarto oscuro o a media luz, donde está UN LÍDER ya sea mujer u hombre. El participante se tiene que sentar en el regazo de este misterioso personaje, el cual representa el rol del ser querido, muchas veces ya fallecido.

La práctica es supuestamente para levantar su auto estima, pero los psicólogos dicen que esto es sumamente peligroso, y puede haber daños irreversibles, sobre ambas personas; digamos que pueden haber invasiones de demonios de homosexualismo o de otras manifestaciones de pecado abominables. Supuestamente con esta práctica las personas quedan regeneradas, de allí que regresan diciendo que han tenido el verdadero encuentro con el Señor; recuerde que el 90% de los encuentristas son cristianos y pastores con muchos años de ministerio.

Por lo tanto esta práctica es seriamente cuestionada por la Biblia, nadie puede suplantar el Espíritu Santo que es el Consolador, y nadie puede ser mediador entre Dios y los hombres, sino solo Cristo.

● Quinto punto: Programación neurolingüística. Esta práctica es sumamente peligrosa, ya que al encuentrista se le hace repetir y aceptar acciones de su pasado que pudieron haber sido sanados o olvidados por el Señor, al caer los encuentristas en esto están abriendo puertas para que los demonios vuelvan a entrar en ellos.

Por ejemplo cuando se les obliga a los encuentristas a ser liberados de posesiones de demonios, recuerde que antes de que se les invite a pasar a adelante para ser liberado, ya se le ha dado toda una terapia, en la cual el participante se le hace creer que él está en alguna forma poseído; como dije esta práctica es sumamente peligrosa. "Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho". S. Jn 14.26.

● Sexto Punto: Quiebra de Maldiciones generacionales. Al encuentrista —que como dije el 90% son evangélicos de otras iglesias o de la misma iglesia— quien dirige el encuentro les hace creer que están acarreando maldiciones generacionales, esta es la principal causa por la que los llevan a la famosa regresión. Pero la palabra del Señor condena esta práctica:

"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte." Ro 8.1-2.

“olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Fil. 3:13-14.

● Séptimo Punto: Indulgencias. A todos los participantes, al llegar al encuentro se les proporciona una hoja clínica con una lista de más de doscientos pecados, los cuales debe de marcar con un lápiz, los pecados que ellos consideran que no se les han perdonados, para que el final de su encuentro esos pecados estén borrados.

También se les da martillo y clavo, para que claven en una cruz de madera papelitos en los cuales escriben pecados que jamás fueron confesados a sus conyugues, o padres o amigos. Estos papelitos, son reemplazados cuando los participantes están durmiendo, para cuando vuelvan a realizar el acto, en un momento emotivo, se le pide al participante que recoja su papelito donde lo clavo, al arrancarlo, el papelito viene con una frase:

“Tus pecados ya fueron perdonados” dado el momento el participante queda impacto por este hecho, lo que no sabe la persona, es que esos pecados nunca antes confesado a su cónyuge o padres, ya están en boca del máximo líder de los encuentros, y ESTOS PODRÁN SER USADOS EN FORMA DE CHANTAJE, PARA CUANDO EL PARTICIPANTE SE QUIERA APARTAR DE DICHA IGLESIA.

El origen de esta práctica es católico, y fue implantada en la edad media, cuando el vaticano ordeno que todo el pueblo tuviera que ir a confesarse con el cura de la ciudad, para que sus pecados fueran perdonados, incluyendo los pecados generacionales.

Recomendación a los que están siendo invitados a asistir a un encuentro:

Pida la dirección y ubicación correcta del lugar donde se pretende realizar el encuentro. Si tiene vehículo propio, que le permitan ir su propio medio de transporte. Que le permitan llevar su teléfono celular y ponerlo en vibrador, por si sucede alguna emergencia en su familia, lo mismo que le permitan llevar su cámara fotográfica si así lo desea, y que se le de libertad de adorar al Señor, sin manipulación.


"Y esta es la condenación: la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas, pues todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto. Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras son hechas en Dios." San Juan 3:19-21.




Fuente: https://www.facebook.com/alberto.gutierrez.526875?hc_ref=NEWSFEED




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miércoles, 15 de marzo de 2017

PRUEBAS Y AFLICCIONES...



Charles Spurgeon


El pueblo de Dios tiene sus pruebas. 

Cuando Dios eligió a su pueblo nunca pensó que no experimentaría pruebas. Fueron elegidos en el horno de la aflicción. Nunca fueron elegidos para la paz mundana y el gozo terrenal. 






Nunca les fue prometida la libertad de las enfermedades ni de los dolores de la mortalidad, pero cuando el Señor, su Dios, escribió los estatutos de los privilegios, incluyo los castigos entre las cosas que inevitablemente heredarían. 

Las pruebas son una parte de nuestra porción, están predestinadas para nosotros en el último legado de Cristo. Tan seguro como que las estrellas fueron creadas por sus manos y sus órbitas fueron fijadas por él, es que nuestras pruebas nos fueron asignadas.

Él a ordenado su tiempo y lugar, su intensidad y el efecto que tendrá sobre nosotros. Los hombres buenos nunca deben esperar escapar de los problemas, y si lo hacen, van a decepcionarse, pues ninguno de sus predecesores han dejado de tenerla. 






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domingo, 12 de marzo de 2017

LA DESTRUCCIÓN DEL PROTESTANTISMO - Secretos de los Jesuitas...




Alberto Gutiérrez



En su obra La Conspiración Jesuita - el plan secreto de la Orden ... el ex-iniciado jesuita Jacopo Leone hace las siguientes afirmaciones respecto a las intenciones de la Compañía de Jesús acerca del Protestantismo. 






No requiere mayor explicación, el cristiano que valora el peso que tuvo la Reforma protestante emprendida por Lutero en la historia y el camino que dejó trazado para el redescubrimiento del cristianismo primitivo de la Iglesia, comprenderá rápidamente las implicaciones de dichas revelaciones. 


Cito textual:

"Nosotros atesoramos desde el fondo de nuestros corazones este principio: Que lo que no se une con nosotros DEBE SER ANIQUILADO y nos alistamos para hacerlo tan pronto tengamos los medios (el Banco de la Reserva Federal), una aplicación energética de estos principios.

El Protestantismo ya está gastándose y hundiéndose en decadencia. Sí, estamos destinados a insultar sus últimas agonías, a marchar sobre sus esqueletos quebrantados y huesos esparcidos. Oh! apresuremos esta disolución por nuestros esfuerzos fuertes y unidos.

El Protestantismo ya se está descomponiendo, está cayendo a pedazos. Estamos empezando a ganar hombres de prestigio. Y hay altas personalidades a las que hemos convencido incluso de que si se unen al Protestantismo están perdidos."


[El Plan Secreto por Jacopo Leone (extracto) citado por Eric John Phelps en Los Asesinos del Vaticano].




Fuente: https://www.facebook.com/alberto.gutierrez.526875?hc_ref=NEWSFEED&fref=nf




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jueves, 9 de marzo de 2017

LA SALVACIÓN SE PIERDE?...



Esclavos de Cristo


La paz que Cristo nos promete afirma la eternidad de nuestra salvación.






El Señor Jesús nos promete una paz sobrenatural que solo Él la da (Jn. 14:27), haciendo énfasis en que no es la misma paz que el mundo ofrece, y en que no debemos estar temerosos, porque esa paz es la consecuencia directa de haber nacido de nuevo (Jn. 3:3).


Gracias a que por medio de Jesucristo podemos ser declarados santos por Dios, es que podemos también disfrutar de esa preciosa promesa de una paz que sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7), una paz que solo podemos experimentar viviendo en la Voluntad de Dios (Is. 32:17).

Algunos dirán: “¿Qué tiene que ver esta promesa de paz con que se pierda o no la salvación?” Tiene mucho que ver. La duda es lo contrario a la fe, y sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6), así que, si la salvación que Cristo nos ofrece solo por gracia y solo por fe no es una salvación segura, sino una insegura que nos hace dudar, entonces Cristo tampoco puede cumplir esa promesa de darnos paz, porque es imposible que tengas esa paz si vives pensando que algún pecado te puede llevar al infierno, incluso después de haberte arrepentido y de haber creído en el Evangelio.

Es vital que la salvación sea una obra eternamente segura para que podamos estar gozosos en la paz del Señor que nos produce esa esperanza. Así el Señor puede cumplir su promesa y llenarnos de paz todos los días de nuestras vidas, ayudándonos a vivir en santidad y consolándonos en la esperanza de una salvación eternamente segura, la cual Él mismo sostiene de principio a fin.



Si crees que la salvación se pierde, crees en una salvación por obras



Cuéntame, ¿qué fue lo que hiciste para que Dios te salvara? Ruego a Dios porque hayas dicho: ¡Nada! “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8–9.

Es por medio de nuestro Señor Jesús y sus méritos perfectos que somos salvos. Si piensas que alguna obra tuya, sea buena o mala, es capaz de frustrar la obra perfecta de salvación de Jesucristo, es lo más antibíblico que puedes pensar. Si la obra salvadora del Espíritu Santo descansa sobre los méritos perfectos de Cristo, entonces podemos estar tranquilos en la seguridad de una salvación eterna y perfecta, que nos hace deleitarnos en la gracia soberana del Dios justo y verdadero hasta el último día de nuestras vidas.



Una salvación eterna no es una licencia para pecar



Esto es lo que muchos argumentan en contra de la salvación eterna que Cristo nos ofrece: ¡si la salvación no se pierde, a pecar se ha dicho!.

Para empezar, cualquiera que piense así, ni siquiera es cristiano. Porque cuando alguien ha nacido de nuevo por la Palabra de Dios y por el Espíritu Santo, su antigua naturaleza pecaminosa que odiaba a Dios y amaba el pecado, es reemplazada por una nueva naturaleza divina que ama a Dios y odia el pecado (2 Pedro 1:4).

Mira a ese perro comiendo con deleite de la basura, imagina que en ese instante puedes convertirlo en hombre y lo conviertes, ¿qué pasa? Pasará que ese hombre se levantará vomitando y gritando por haber comido de la basura muchas cosas asquerosas y podridas. Ese es un claro ejemplo de la antigua naturaleza pecaminosa, y la nueva naturaleza santa que recibimos cuando hemos nacido de nuevo (2 Co. 5:17).

Si el Espíritu Santo vive dentro de ti, solo una cosa puedes desear más que nada: la santidad.


Si el Espíritu Santo vive dentro de ti, solo una cosa puedes desear más que nada: la santidad.


A diario seguirás cayendo en algunos pecados, pero tu nueva naturaleza otorgada por el Espíritu de Dios, nunca te dejará revolcarte en el pecado como antes, porque ya no eres un pecador condenado, sino un hijo de Dios perdonado, por la gracia de Dios y para su gloria, a quien el Espíritu le dice lo siguiente: ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? (Ro. 6:1–2).

Además, Dios mismo promete perfeccionar la obra de salvación que ha comenzado en cada verdadero creyente, para que podamos ser cada vez más como nuestro Señor Jesús (Fil. 1:6).


Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Romanos 8:1.




Fuente: http://esclavosdecristo.com/la-salvacion-se-pierde/




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miércoles, 8 de marzo de 2017

LA FARSA DEL "ATEISMO" DEL SATANISTA KARL MARX

Sugerimos que cuando lea una nota de este blog (sea subida de otro sitio o escrita por nosotros) ponga en práctica el consejo de San Pablo dado a los tesalonicenses que presentamos a continuación: 1Tesalonicenses 5:21 Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente , retened lo bueno; 5:22 absteneos de toda forma de mal. 
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Protestante Digital

Como en el caso de su paisano Federico Nietzsche, Karl Marx simplemente da el ateísmo por sentado. No es algo que el fundador del comunismo procurase demostrar ni racional ni empíricamente. El ateísmo es su credo de fe. Lo cree porque sí. Antes de considerar los ataques intelectuales que Marx lanzó contra la fe cristiana, es necesario destacar que el alemán aceptó toda una serie de presuposiciones que no podía comprobar filosóficamente. Además de presuponer el ateísmo, Marx ejerció su fe religiosamente en el materialismo, la ética, la justicia, la verdad y el sentido de la vida y la historia. Lo que es aun más irónico es que el propio sistema filosófico marxista se lee como un tratado de teología sistemática: el revolucionario prusiano nos ofrece una doctrina de creación (el mundo es auto-creado), de pecado original (la división de labor y la propiedad privada), de conversión (unirse a la causa comunista), de redención (el proletariado), de eclesiología (el partido comunista) y de escatología (el fin de la historia, esto es, la revolución).1 Total, ¡casi podríamos tachar a Marx de teólogo o de comunólogo! Ahora vamos a fijarnos en ocho argumentos clave que Marx empleó contra la religión en general y a refutarlos uno por uno. 1.- El cristianismo apoya a los fuertes Marx se enfadó al ver como la religión mantuvo atados a los pobres y desfavorecidos en Europa. Vio como el judaísmo y el cristianismo mantenían el status quo intacto. Observa Juan Antonio Monroy que, “Cuando Karl Marx critica la religión estaba criticando la avaricia del judío materialista. Estaba criticando el protestantismo burgués aliado con el capital. Estaba criticando la explotación del obrero por parte de las altas jerarquías católicas”.2 Pero esta crítica en sí no es una refutación del cristianismo genuino sino un ataque contra una religión degenerada y anti-bíblica que no refleja los valores del Reino de Dios. Las Escrituras están repletas de pasajes que condenan la opresión injusta de los ricos por encima de los pobres. “Sin duda la explotación no era la norma en Israel, comenta el profesor evangélico Benjamín Gálvez, piensa en el Jubileo, la remisión, en la redención (el pariente redentor), la reposición de un nombre para que no se perdiera una tierra”. El Nuevo Testamento enseña la misma verdad que el Antiguo. Un solo texto nos servirá de ejemplo. “He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de lo que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos” (Santiago 5:4). 2.- El cristianismo es una droga ilusoria La frase atea más conocida de Marx es la siguiente: “La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo”. Marx quiso decir que el cristianismo es una droga reconfortante que ayuda a los marginados y explotados a soportar las dificultades de la vida. Es una droga ilusoria y artificial creada por la necesidad humana. No obstante, respondemos diciendo que la religión cristiana conlleva muchísimo más que un suave mensaje de consuelo. ¿Acaso no nos manda el Salvador que nos neguemos a nosotros, que tomemos nuestra cruz y que le sigamos hasta la muerte? ¿Quién, en su sano juicio, fabricaría una religión ilusoria que exige tanto? Además, podríamos contestar a los marxistas diciéndoles que su ateísmo es sencillamente una droga ilusoria. Con razón los pecadores tales como Josef Stalin tendrían ganas de inventar una cosmovisión que les permitiera vivir cómo les diera la gana, una filosofía que no amenazara a nadie con el juicio venidero. Para retocar la frase de Marx podríamos afirmar que, “El ateísmo es el opio de los impíos”. Como escribió el poeta polaco Czeslaw Milosz, “Estamos siendo ahora testigos de una transformación. El verdadero opio del pueblo es creer que no existe nada tras la muerte –el gran consuelo de pensar que todas nuestras traiciones, nuestra codicia, nuestros crímenes, no van a ser juzgados”.3 3.- Dios es una proyección humana Siguiendo el análisis del ateo alemán Ludwig Feuerbach, Marx cree que Dios es simplemente una proyección de los ideales humanos. Es decir, Dios no existe. No es nada más que la extensión de la subjetividad humana. Esta creencia atea, sin embargo, no deja de ser una simple confesión de fe. Es dogmatismo marxista. ¿Dónde está la prueba racional o empírica de que sea así? ¿Por qué no dar la vuelta a la torta de nuevo y decir que el ateísmo es un invento humano, una proyección humana? Si todas las culturas que hay sobre la faz de la tierra tienen un concepto de lo trascendental, será por algo, ¿no? ¿Y qué hacemos con el diseño inteligente del universo y la complejidad irreducible de las células más simples? ¿Qué diremos sobre la existencia del cosmos? ¿Por qué se corresponde la mente humana con las leyes de la ciencia? La cuestión sobre Dios es mucho más que un asunto de subjetividad humana. Hay razones científicas objetivas bien serias para tomar en serio la hipótesis de Dios. 4.- El cristianismo es individualista, enfocado en el más allá Desde su primer estudio sobre la filosofía religiosa de Plutarco, Marx aseveró que la religión es individualista, centrada en el alma, el cielo y Dios. Tal manera de pensar denigra las relaciones interpersonales, atentando contra el espíritu comunista. Por un lado es cierto que la Biblia hace hincapié en la necesidad de paz entre el creyente y Dios, no obstante, por otro lado las Escrituras llaman a los convertidos a formar parte de la nueva familia de la fe, esto es, la Iglesia. La fe en Dios y el amor por los hermanos no son realidades mutuamente excluyentes sino complementarias. Al fin y al cabo, ¿no dijo el apóstol Juan “Si alguno dice: Yo amo a Dios y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4:20). En cuanto a la crítica sobre la fascinación de los cristianos con el cielo, la historia de la Iglesia revela un sinfín de bendiciones que el pueblo de Dios ha derramado sobre este mundo: orfanatos, residencias de ancianos, hospitales, organizaciones caritativas, programas de alfabetización, universidades, principios democráticos, educación, etc. Aquéllos que viven a la luz del futuro profetizado por Dios transforman el presente para la gloria del Señor. 5.- El cristianismo es antropocéntrico No hay duda de que el cristianismo de la época de Marx fue dominado por una fuerte corriente de antropocentrismo. Desde los días de la filosofía antropocéntrica de Descartes y de Kant, tristemente la teología occidental llegó a enfocarse cada vez más en el ser humano. El teólogo más citado en la generación de Marx no fue Lutero ni Calvino sino el padre de la teología liberal, Federico Schleiermacher. Schleiermacher, el cual no profesó fe en el Cristo de las Escrituras, inauguró una nueva metodología teológica que no comenzó con la revelación de Dios en las Escrituras sino con la experiencia religiosa del hombre moderno. Así la teología se convirtió en antropología. El mismo legado antropocéntrico se halla en los escritos de teólogos destacados posteriores tales como Ritschl, von Harnack, Hermann, Bultmann y Tillich. En realidad en este quinto punto, compartimos el punto de vista de Marx y decimos “¡Amén!” Los protestantes conservadores siempre hemos rechazado una teología antropocéntrica y nos alegra que Marx sea de nuestra postura. Sin embargo, en vez de refugiarnos en el ateísmo, decidimos entregarnos a una teología basada en la voz del Omnipotente, revelada en Cristo y registrada en las Escrituras. 6.- Dios es un tirano Marx siguió el espíritu moderno cuando preguntó en 1843: “¿Es Dios soberano o el hombre?” Su interrogante propuso que la libertad humana y la existencia de Dios son incompatibles. Por esta razón uno de los héroes del fundador del comunismo fue Prometeo, el cual proclamó su odio hacia todos los dioses. Nuestra respuesta es que Marx nos ofrece una falsa alternativa entre el señorío de Dios y la libertad humana. Creemos que el ser humano es esclavo por naturaleza, no obstante, Dios convierte las almas para que sean verdaderamente libres en Cristo. Irónicamente, el sistema marxista –dado su materialismo- es determinista. Esto quiere decir que no hay tal cosa como la libertad humana. Es pura ficción. El hombre no es nada sino un conjunto de átomos. Añadimos también que los países que implementaron los principios marxistas a lo largo del siglo pasado produjeron algunos de los dictadores más feroces de toda la historia mundial. Pensamos en Pol Pot en Camboya, Ceausescu en Rumanía, Mao II en China y Stalin en la Unión Soviética. El siglo XX reveló que el marxismo es una fábrica de tiranos. “La pérdida de la creencia en un Dios de juicio desemboca en brutalidad”.4 7.- El universo es auto-creado Si Dios no existe, ¿cómo explicar el cosmos? ¿Por qué hay algo y no nada? Marx contestó diciendo que el universo se creó a sí mismo. Infelizmente Marx no se dio cuenta de que nada puede crearse a sí mismo. Si x crea a y, sabemos que antes de que exista y, tiene que existir x. No obstante, si decimos que x crea a x, estamos diciendo que x tenía que existir antes de su propia existencia, esto es, que x existía y no existía al mismo tiempo. Es lógica y matemáticamente absurdo. La única solución es que algo creó el universo o, mejor dicho, que alguien lo creó, alguien no sometido a los límites del espacio-tiempo, alguien tremendamente poderoso, alguien como Dios. 8.- La religión es el producto de alienación socio-económica Una de las convicciones más importantes en el pensamiento marxista es que la religión es producto de la alienación socio-económica. Esto significa que cuando tal alienación esté superada, las personas ya no se preocuparán por la cuestión de Dios. Primero, esta hipótesis es una simple teoría de un incrédulo. ¡Nada más, nada menos! Segundo, es manifiestamente falsa. ¿Acaso no hay muchas personas en este mundo que profesan fe en Dios aunque no sufren alienación socio-económica? Aun en la iglesia primitiva había hermanos ricos. Escribió Pablo a Timoteo: “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” (1 Timoteo 1:17). El rico, por cierto, tiene que compartir con el que padece necesidad (Efesios 4:28). Conclusión Con todo, los argumentos de Marx contra la religión son poco satisfactorios a nivel académico. En ningún momento pretende Marx demostrar la no existencia de Dios en plan objetivo; simplemente se dedica a lanzar acusaciones no fundamentadas contra la fe bíblica. Antes de terminar, también sería importante resaltar un dato más de interés: la enorme cantidad de cristianos en zonas previamente dominadas por fuerzas marxistas. Llevo varios años predicando la Palabra en Rumanía donde hay literalmente millares de cristianos. Y luego me cuentan de los millones que siguen al Señor en la ex Unión Soviética y hasta ochenta millones de cristianos en las iglesias subterráneas de la China. De forma sorprendente, son justamente los países que han procurado eliminar el cristianismo que ahora gozan de tantísimos nacidos de nuevo. 1 BOCKMUEHL, Klaus, The Challenge of Marxism (IVP: Leicester, 1980), p. 17. 2 MONROY, Juan Antonio, ¿En qué creen lo que no creen? (Clie: Barcelona, 2008), p. 22. 3 Citado en KELLER, Tim, La razón de Dios (Andamio: Barcelona, 2014), p. 133. 4 Ibíd., p. 133.
Leer más: http://protestantedigital.com/magacin/40397/Como_refutar_el_ateismo_de_Karl_Marx

Como en el caso de su connacional Federico Nietzsche, Karl Marx simplemente da el ateísmo por sentado. No es algo que el fundador del comunismo procurase demostrar ni racional ni empíricamente. El ateísmo es su credo de fe. Lo cree porque sí. 






Antes de considerar los ataques intelectuales que Marx lanzó contra la fe cristiana, es necesario destacar que el alemán aceptó toda una serie de presuposiciones que no podía comprobar filosóficamente. Además de presuponer el ateísmo, Marx ejerció su fe religiosamente en el materialismo, la ética, la justicia, la verdad y el sentido de la vida y la historia. 

Lo que es aun más irónico es que el propio sistema filosófico marxista se lee como un tratado de teología sistemática: el revolucionario prusiano nos ofrece una doctrina de creación (el mundo es auto-creado), de pecado original (la división de labor y la propiedad privada), de conversión (unirse a la causa comunista), de redención (el proletariado), de eclesiología (el partido comunista) y de escatología (el fin de la historia, esto es, la revolución).1 Total, ¡casi podríamos tachar a Marx de teólogo o de comunólogo!.

Ahora vamos a fijarnos en ocho argumentos clave que Marx empleó contra la religión en general y a refutarlos uno por uno. 


1.- El cristianismo apoya a los fuertes 

Marx se enfadó al ver como la religión mantuvo atados a los pobres y desfavorecidos en Europa. Vio como el judaísmo y el cristianismo mantenían el status quo intacto. Observa Juan Antonio Monroy que, “Cuando Karl Marx critica la religión estaba criticando la avaricia del judío materialista. Estaba criticando el protestantismo burgués aliado con el capital. Estaba criticando la explotación del obrero por parte de las altas jerarquías católicas”.2 

Pero esta crítica en sí no es una refutación del cristianismo genuino sino un ataque contra una religión degenerada y anti-bíblica que no refleja los valores del Reino de Dios. Las Escrituras están repletas de pasajes que condenan la opresión injusta de los ricos por encima de los pobres. “Sin duda la explotación no era la norma en Israel, comenta el profesor evangélico Benjamín Gálvez, piensa en el Jubileo, la remisión, en la redención (el pariente redentor), la reposición de un nombre para que no se perdiera una tierra”. 

El Nuevo Testamento enseña la misma verdad que el Antiguo. Un solo texto nos servirá de ejemplo. “He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de lo que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos” (Santiago 5:4). 


2.- El cristianismo es una droga ilusoria 

La frase atea más conocida de Marx es la siguiente: “La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo”.

Marx quiso decir que el cristianismo es una droga reconfortante que ayuda a los marginados y explotados a soportar las dificultades de la vida. Es una droga ilusoria y artificial creada por la necesidad humana. No obstante, respondemos diciendo que la religión cristiana conlleva muchísimo más que un suave mensaje de consuelo. ¿Acaso no nos manda el Salvador que nos neguemos a nosotros, que tomemos nuestra cruz y que le sigamos hasta la muerte? ¿Quién, en su sano juicio, fabricaría una religión ilusoria que exige tanto?.

Además, podríamos contestar a los marxistas diciéndoles que su ateísmo es sencillamente una droga ilusoria. 

Con razón los pecadores tales como Josef Stalin tendrían ganas de inventar una cosmovisión que les permitiera vivir cómo les diera la gana, una filosofía que no amenazara a nadie con el juicio venidero. 

Para retocar la frase de Marx podríamos afirmar que, “El ateísmo es el opio de los impíos”. Como escribió el poeta polaco Czeslaw Milosz, “Estamos siendo ahora testigos de una transformación. El verdadero opio del pueblo es creer que no existe nada tras la muerte –el gran consuelo de pensar que todas nuestras traiciones, nuestra codicia, nuestros crímenes, no van a ser juzgados”.3 


3.- Dios es una proyección humana 

Siguiendo el análisis del ateo alemán Ludwig Feuerbach, Marx cree que Dios es simplemente una proyección de los ideales humanos. Es decir, Dios no existe. No es nada más que la extensión de la subjetividad humana. 

Esta creencia atea, sin embargo, no deja de ser una simple confesión de fe. Es dogmatismo marxista. ¿Dónde está la prueba racional o empírica de que sea así? ¿Por qué no dar la vuelta a la torta de nuevo y decir que el ateísmo es un invento humano, una proyección humana?.

Si todas las culturas que hay sobre la faz de la tierra tienen un concepto de lo trascendental, será por algo, ¿no? ¿Y qué hacemos con el diseño inteligente del universo y la complejidad irreducible de las células más simples? ¿Qué diremos sobre la existencia del cosmos? ¿Por qué se corresponde la mente humana con las leyes de la ciencia? La cuestión sobre Dios es mucho más que un asunto de subjetividad humana. Hay razones científicas objetivas bien serias para tomar en serio la hipótesis de Dios.


4.- El cristianismo es individualista, enfocado en el más allá 

Desde su primer estudio sobre la filosofía religiosa de Plutarco, Marx aseveró que la religión es individualista, centrada en el alma, el cielo y Dios. Tal manera de pensar denigra las relaciones interpersonales, atentando contra el espíritu comunista. 

Por un lado es cierto que la Biblia hace hincapié en la necesidad de paz entre el creyente y Dios, no obstante, por otro lado las Escrituras llaman a los convertidos a formar parte de la nueva familia de la fe, esto es, la Iglesia. La fe en Dios y el amor por los hermanos no son realidades mutuamente excluyentes sino complementarias. Al fin y al cabo, ¿no dijo el apóstol Juan “Si alguno dice: Yo amo a Dios y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4:20). 

En cuanto a la crítica sobre la fascinación de los cristianos con el cielo, la historia de la Iglesia revela un sinfín de bendiciones que el pueblo de Dios ha derramado sobre este mundo: orfanatos, residencias de ancianos, hospitales, organizaciones caritativas, programas de alfabetización, universidades, principios democráticos, educación, etc. Aquéllos que viven a la luz del futuro profetizado por Dios transforman el presente para la gloria del Señor. 


5.- El cristianismo es antropocéntrico 

No hay duda de que el cristianismo de la época de Marx fue dominado por una fuerte corriente de antropocentrismo. Desde los días de la filosofía antropocéntrica de Descartes y de Kant, tristemente la teología occidental llegó a enfocarse cada vez más en el ser humano. 

El teólogo más citado en la generación de Marx no fue Lutero ni Calvino sino el padre de la teología liberal, Federico Schleiermacher. Schleiermacher, el cual no profesó fe en el Cristo de las Escrituras, inauguró una nueva metodología teológica que no comenzó con la revelación de Dios en las Escrituras sino con la experiencia religiosa del hombre moderno. Así la teología se convirtió en antropología. El mismo legado antropocéntrico se halla en los escritos de teólogos destacados posteriores tales como Ritschl, von Harnack, Hermann, Bultmann y Tillich. 

En realidad en este quinto punto, compartimos el punto de vista de Marx y decimos “¡Amén!” Los protestantes conservadores siempre hemos rechazado una teología antropocéntrica y nos alegra que Marx sea de nuestra postura. Sin embargo, en vez de refugiarnos en el ateísmo, decidimos entregarnos a una teología basada en la voz del Omnipotente, revelada en Cristo y registrada en las Escrituras. 


6.- Dios es un tirano 

Marx siguió el espíritu moderno cuando preguntó en 1843: “¿Es Dios soberano o el hombre?” Su interrogante propuso que la libertad humana y la existencia de Dios son incompatibles. Por esta razón uno de los héroes del fundador del comunismo fue Prometeo, el cual proclamó su odio hacia todos los dioses. 

Nuestra respuesta es que Marx nos ofrece una falsa alternativa entre el señorío de Dios y la libertad humana. Creemos que el ser humano es esclavo por naturaleza, no obstante, Dios convierte las almas para que sean verdaderamente libres en Cristo. Irónicamente, el sistema marxista –dado su materialismo- es determinista. Esto quiere decir que no hay tal cosa como la libertad humana. Es pura ficción. El hombre no es nada sino un conjunto de átomos. 

Añadimos también que los países que implementaron los principios marxistas a lo largo del siglo pasado produjeron algunos de los dictadores más feroces de toda la historia mundial. Pensamos en Pol Pot en Camboya, Ceausescu en Rumanía, Mao II en China y Stalin en la Unión Soviética. El siglo XX reveló que el marxismo es una fábrica de tiranos. “La pérdida de la creencia en un Dios de juicio desemboca en brutalidad”.4 


7.- El universo es auto-creado 

Si Dios no existe, ¿cómo explicar el cosmos? ¿Por qué hay algo y no nada? Marx contestó diciendo que el universo se creó a sí mismo. 

Infelizmente Marx no se dio cuenta de que nada puede crearse a sí mismo. Si x crea a y, sabemos que antes de que exista y, tiene que existir X

No obstante, si decimos que X crea a X, estamos diciendo que X tenía que existir antes de su propia existencia, esto es, que x existía y no existía al mismo tiempo. 

Es lógica y matemáticamente absurdo. La única solución es que algo creó el universo o, mejor dicho, que alguien lo creó, alguien no sometido a los límites del espacio-tiempo, alguien tremendamente poderoso, alguien como Dios. 


8.- La religión es el producto de alienación socio-económica 

Una de las convicciones más importantes en el pensamiento marxista es que la religión es producto de la alienación socio-económica. Esto significa que cuando tal alienación esté superada, las personas ya no se preocuparán por la cuestión de Dios. 

Primero, esta hipótesis es una simple teoría de un incrédulo. ¡Nada más, nada menos! Segundo, es manifiestamente falsa. ¿Acaso no hay muchas personas en este mundo que profesan fe en Dios aunque no sufren alienación socio-económica? Aun en la iglesia primitiva había hermanos ricos. Escribió Pablo a Timoteo: “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” (1 Timoteo 1:17). 

El rico, por cierto, tiene que compartir con el que padece necesidad (Efesios 4:28). 


Conclusión 

Con todo, los argumentos de Marx contra la religión son poco satisfactorios a nivel académico. En ningún momento pretende Marx demostrar la no existencia de Dios en plan objetivo; simplemente se dedica a lanzar acusaciones no fundamentadas contra la fe bíblica. 

Antes de terminar, también sería importante resaltar un dato más de interés: la enorme cantidad de cristianos en zonas previamente dominadas por fuerzas marxistas. Llevo varios años predicando la Palabra en Rumanía donde hay literalmente millares de cristianos. Y luego me cuentan de los millones que siguen al Señor en la ex Unión Soviética y hasta ochenta millones de cristianos en las iglesias subterráneas de la China. De forma sorprendente, son justamente los países que han procurado eliminar el cristianismo que ahora gozan de tantísimos nacidos de nuevo.



1[1]BOCKMUEHL, Klaus, The Challenge of Marxism (IVP: Leicester, 1980), p. 17. 

2[1]MONROY, Juan Antonio, ¿En qué creen lo que no creen? (Clie: Barcelona, 2008), p. 22. 

3[1]Citado en KELLER, Tim, La razón de Dios (Andamio: Barcelona, 2014), p. 133. 

4[1]Ibíd., p. 133.





Fuente: http://protestantedigital.com/magacin/40397/Como_refutar_el_ateismo_de_Karl_Marx



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Nota relacionada:



KARL MARX: EL ÍDOLO DEL MAL






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¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación? Jesucristo: Dios con nosotros, quien vino a morir por nuestros pecados y nuestra maldad; quien resucitó al tercer día y vuelve en breve según su inquebrantable promesa. Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

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